Dark Paradise.

Capítulo 1.

La primera vez que Louis se encuentra con Noah fue por que el grupo del Chat al que pertenecía lo habían casi obligado a que aceptara ir a la reunión que iban a hacer en un bar de la ciudad, y aunque él no estaba totalmente convencido decidió aceptar. Algo lógico era que Noah iba a estar ahí también ese día, y desde un primer momento supo que sus nervios le iban a jugar una mala pasada ya que iba a ser la primera vez que lo veía después de tantos años que se conocían. Él tenía miedo de decepcionarlo, porque aunque el siempre le dijera que era hermoso y que tenía que dejar de preocuparse él sentía pánico igual. La perspectiva es siempre distinta cuando conoces a una persona después de haberla visto siempre en fotos.

En el momento que entró por aquella puerta sintió que las piernas le temblaban y su boca se le secaba. “¡Qué extraña sensación!” pensó. Realmente estaba nervioso. Y por más de que hablaban todos los días sin falta –más peleas que otra cosa-, para él esta vez era diferente porque lo iba a ver cara a cara.

Esa situación era tan extraña por lo que buscó una silla lo más lejos posible de él para luego comenzar una conversación con una chica de sus otros amigos cibernéticos. Sin embargo, el chico había encontrado la forma para acercarse sigilosamente. Se había percatado de que estaba a su lado cuando el humo de su cigarrillo había inundado sus fosas nasales. Estaba temblando y Noah lo notaba, pero para el mayor eso significaba que ya lo tenía comiendo de la palma de su mano.

En el momento que Louis lo vio de cerca pudo observarlo por el rabillo del ojo y sintió que se derretía. Era hermoso. Con su pequeño lunar en la parte superior de su boca, con sus ojos verdes oscuros y esos labios tan apetecibles que se estaba conteniendo por no tirársele encima. Tantas veces estuvieron juntos estando tan lejos… y sin embargo ese día estaban cerca y más separados que nunca.

Cuando le había hablado y pudo sentir su aliento chocándole, fue lo peor para Louis. Si más bien el castaño tenía en claro el objetivo de Noah –porque sabía que era una mierda- no podía evitar su nerviosismo.  

Todos a su alrededor reían mientras que Louis tenía que soportar estar hablando con Noah, con sus intentos de seducirlo. Era totalmente descarado, lo hacía con una desfachatez terrible porque no tenía ni una gota de vergüenza a diferencia de Louis. Eso lo estaba desesperando, así que decidió irse. Para él no era lo suyo, él podía hablarle tranquilamente a través de una pantalla.

Cuando se puso de pie, Noah inmediatamente también lo hizo sin entender que le estaba pasando, Louis había contestado que se tenía que ir. Ese día Noah le había propuesto llevarlo hasta su casa con su automóvil, que aunque le quedaba lejos estaba dispuesto a hacerlo, pero Louis se negó, saludó rápido a los demás chicos y se fue –casi corriendo-.

No había sido muy difícil enamorarse de él, era todo lo que Louis quería, lo que necesitaba en ese momento y quizás lo que había necesitado toda la vida aunque se ocupara permanentemente de humillarlo cada vez que tenía su oportunidad y después decirle que estaba enamorado de él. A su manera, Noah era su sostén, pero por sobre todas las cosas era una inminencia en oratoria y persuasión. Y él era una presa fácil. Triste, solitario e inseguro. El lobo había conocido a su cordero, decían.

Si Louis se había enamorado, había sido por como actuó con él en un principio, había sido con tanta delicadeza como si tuviera miedo a que se rompa.

Al principio cuando Louis le decía que no podía vivir sin hablar con él o alguna de esas cosas, Noah siempre trataba de advertirle. Sus frases aún daban vueltas en su cabeza: “Yo también te extraño cuando no hablamos, pero tenés que aprender a controlar tus emociones, Lou. Eso es lo ideal para tu vida. Relax”

Relax. Era como su slogan, que en ese momento sonaba dulce y hasta cariñosa. Es grandioso cómo a través de los años las personas utilizan las mismas palabras pero para expresar significados completamente opuestos. Ahora un “relajate” tendría idéntico significado que “no me jodas”.