Tu Porrista Favorita

Capítulo 1

Hola, mi nombre es Sabrina Black y tengo dieciocho años estudio en el instituto Wildcats High School.

(...)

-Enana, mama pregunta que si vas a ir a estudiar hoy.- Hablo Mad, mi hermano.

-No estoy segura.- Cerré mis ojos con fuerza.- Me siento mal.

-Bien, le diré a mamá que venga a verte.- Responde al instante.

-Bien, pero dile que es urgente.

Suspire, creo que hoy Andrés vino de visita y quien sabe hasta cuando se quedará.

-¿Estas bien, cariño?- Pregunta mi madre mientras entra por la puerta de mi habitación.

-No, tengo cólicos y creo que Andrés no demora en llegar.- Sonreí débilmente.

-Bien, te traeré un té para que lo tomes y te alista para ir a clase.- Hablo mi madre.

No quería ir, pero no hay quien no cambié de opinión a mamá mucho menos mi padre quién se la ha soportado veinticinco años a su lado.

Pocos minutos después mi madre entro con una taza llena de té y me la extendió para que la bebiera.

-Te la tomas rápido, se te hará tarde para ir a tu instituto.- Hablo mamá con tono dulce.

-Esta bien, prometo no demorar.

Termine de beber el té y camine hasta el baño con pereza, llegando hasta el punto que tenía que arrastrar mis pies.

Después de casi veinte minutos que demoró arreglándome me encuentro abajo desayunando con mi familia.

-¿Que tal va todo?- Preguntó mi padre.

En mi caso nada va bien, ahora el aborto de director se le ocurrió una grandisima idea de que todas las chicas deben estar en un deporte.

-Todo va excelente.- Contestó mi hermano.

-Y tu cariño ¿Que tal va todo?- Pregunto mi padre dirigiendo su mirada a mí.

- Tengo que pertenecer a un deporte y la verdad no se a cual... todo esos deportes me dan flojera.- Hice una mueca de disgusto.

-¿Por que no entras al equipo de animadoras?- Pregunta mi hermano.

-No, además según he oído...

-Vamos cariño, fui animadora y creeme que es lo mas hermoso.- Opina mi madre.

-Así fue como nos conocimos tu madre y yo.- Habla papá. - Creo que sería una buena idea princesa.

-No.

-Vamos Sabrina debes de hacerlo.- Esta vez habla mama seria.

Blanquee mis ojos.

-Esta bien, lo haré.

Mi celular vibra dentro de mi bolso y lo saco.

Lila: ¿Ya sabes a que equipo vas a entrar?

Sabrina: Porrista, mama me ha obligado.

Lila: Gracias al cielo, también estaré ahí.

Sabrina: Menos mal, te veo luego.

Guarde mi móvil y me despedí de todos, camine hasta mi Audi blanco quién había sido un regalo de mi padre por mis cumpleaños.

Después de casi una hora manejando llegue a mi instituto donde Lila y Brooke me esperaban, mis dos mejores amigas.

-Hola chicas.- Salude de beso en la mejilla.

-¿Sabes en que deporte estarás? - Pregunta Brooke.

-Animadoras, mamá me ha obligado.- bufé.

-Yo también haré parte.- Opino Lila.

-Les deseo suerte chicas, he decidido que mi mejor habilidad es la natación y me he inscrito allí. - Sonríe.

-Me gusta el agua pero el cuerpo que forman las mujeres no.- Lila hace una mueca de asco.

El director de nuestro instituto aparece con un megáfono en sus manos, se sube en un muro que hay cerca de la puerta y empieza a hablar.

-SOLO HAY PLAZO HASTA LA HORA DEL ALMUERZO PARA INSCRIBIRSE EN CUALQUIER DEPORTE.- Hablo el aborto de director.

Deje a mis amigas a un lado y camine hasta secretaria para inscribirme en el grupo de porristas en donde Lila y yo perteneceremos.

-Nombre y apellido. - Hablo la oxigenada de secretaria.

-Sabrina Black.

-Edad y grado.

-Dieciocho y penúltimo grado.

-Muy bien, ya estas inscrita tus entrenos empezarán de cuatro de la tarde a siente de la noche.- Sonrió de manera falsa.

-¿Cuando empiezo?- Pregunté con cierto fastidio en mi voz.

-Hoy, siguiente.

Es una perra, se cree mayor cosa todo porque piensa que por haberse acostado con el director todos le tendrán respeto pero no es así.

-¿Listo?- Pregunto Lila.

-Todo lo que hago por mamá, vamos a clases.

(...)

-¿Como te fue hoy, cariño?- Pregunto mamá.

-Me duele todo... eso de ser porrista me esta matando poco a poco y además de que la capitana es una perra con sus perritos falderos da mas asco.

-Controla tu vocabulario, Sabrina.- Me riño mi madre.

-Solo quiero descansar y nunca volverme a parar de este cómodo sofá.

-Poco a poco te irás acostumbrando.- Sonríe mi madre.