Comienzo.

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Habían pasado los días y Daniel no podía dejar de pensar en aquella chica de la cual él estaba hechizado por su belleza.
Un día Daniel iba caminando por el patio del colegio escuchando música cuando de repente llego Jess muy ansiosa por empezar una plática.

-Hola, Dani.- Dijo Jess mientras jugaba con el abdomen de Daniel.-Oye... Te quiero preguntar algo.

-Oh, hola.- Contestó mientras se quitaba los audífonos. -Claro, dime.

-Pues veras, la verdad es que quisiera saber quien te gusta.

En ese momento Daniel pensó en la chica que acompañaba a Jess hace unos días y que ahora era la dueña de sus pensamientos pero no era una pregunta como las que ella solía hacer así que prefirió mirar al cielo y evitar contestarla.

-Eso te lo responderé en otra ocasión, tengo clase y no quiero llegar tarde.- Dijo dirigiéndose a las escaleras para subir a su piso.

Al llegar al tercer piso, por el pasillo logro ver que Jess seguía en el patio pero esta vez acompañada de aquella chica. Él las miro durante un tiempo hasta que la amiga de Jess lo vio a lo lejos con una mirada directa, al instante y con gran rapidez el se metió a su aula con la esperanza de que no hayan notado que las observaba hace ya un rato.
Joder... Esperó que no me hayan visto, ¿Qué pensarán de mi? Dirán que soy un acosador. Pensó mientras se sentaba en su pupitre.
Pasaron los minutos, las horas, todas las clases y el timbre se salida estaba por sonar y él en lo único que pensaba era porque a Jess le interesaba eso y cual era el nombre de la chica que se había apoderado de su mente. Sonó el timbre y el se dirigió hacia la salida del colegio esperando ver a Jess para resolver esas dudas.
Pasaron los minutos y a lo lejos el pudo observar que Jess bajaba las escaleras así que dirigió hasta allí.

-¡Hey, Jess!

-Hola, ¿Ya me dirás quien te gusta o tienes que irte rápido?

-No exactamente pero de eso quería hablar...- Suspiró al terminar su oración.

-Claro, ¿Qué pasa?

-¿Recuerdas un día en la mañana el cual tú ibas con Mía y otra chica de cabello ondulado?

-Claro y por cierto su nombre es Mariana.

Mariana... Que hermoso nombre. Pensó Daniel al sonreír.

-Bueno, con Mía y Mariana. Pero la cosa que quería saber era el por qué me hiciste esa pregunta hoy en la mañana sobre de que quien me gusta.

-Ah... Curiosidad.- Dijo Jess con una sonrisa nerviosa de aquellas que uno sabe que están mintiendo.

-Vamos, ambos sabemos que eso no cierto.

-Tienes razón, Dani pero eso es algo que no puedo decirte, no ahora.- Y al terminar la oración Jess se acercó y le dio un beso en la mejilla a Daniel. - Pero bueno, es hora de irme, seguimos con esta conversación otro día.

-Esta bien pero en serio necesito que me digas.

-Descuida, lo haré.- Respondió Jess antes de irse.

Ya en el bus camino a casa, Daniel selecciono Mombasa en el móvil con los audífonos puestos, cerró los ojos y esperó. En su parada se levantó de su asiento, bajo del bus, camino hasta la puerta de su casa y ya ahí saludo a su madre.

-Hola, ma', ¿cómo te fue hoy?

-Bien, gracias, hijo.- Contestó con una sonrisa. -Por cierto, habló tú padre y dijo que quería llevarte con un socio suyo a conocer más opciones para tus estudios terminando la prepa.

-Me da gusto y ah... Gracias pero si vuelve a llamar por favor dile que yo ya decidí que estudiar y eso no va a cambiar, lo último que quiero es ser una persona amargada trabajando en una oficina que no puede ver ni su familia a diario por estar sirviéndole a otro tipo.

-Lo se pero él solo quiero lo mejor para ti.

-No creo que él sepa lo que es mejor para mi.- Dijo Daniel sacando un folder de su mochila. -Toma, es el citatorio de la junta que te había dicho.

-Si, gracias, ponlo por ahí.

-Esta bien, oye iré a mi cuarto que me siento muy cansado.

-Si, descansa.

Mariana, Mariana, Mariana... Joder, es tan bella. Ese fue el ultimo pensamiento de Daniel antes de caer en un profundo sueño.

"-Vamos, chico, ¿qué haces aún en este lugar? Este no es un mundo para ti por eso debes morir justo ahora...

Callate, idiota!

-¿Idiota yo? ¿quién no sabe que hacer con su vida? ambos sabemos que un tiro en la cabeza es la mejor opción así que hazlo.

Callate de una puta vez!

-¿Qué me vas a hacer? ¿Matarme?

-Si es necesario.

-Además de idiota también eres inútil, por eso no mereces vivir..."

-¡Dani, despierta!, llego 5 minutos aquí moviendote y hablandote.

-Ah... ¿qué pasa?.- Respondió Daniel a su madre adormilado.

-¿Acaso no piensas comer?

-Si, lo siento, ahora bajo.-Dijo mientras tomaba su teléfono.

En ese momento Daniel abrió su Facebook y noto que tenia una solicitud de amistad, la abrió y sucedió algo que el no podía creer, "Mariana Díaz quiere ser tu amiga.":.

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⏰ Última actualización: Mar 03, 2016 ⏰

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