¿Te ha pasado que tú estás en Facebook tranquilamente y de pronto indirecta salvaje aparece?
Tú te dices: "Esa fue directazaaa y encima raja con sus amigas diciéndome hipócrita y p*ta."
Y luego la gran pregunta: "¿QUÉ RAYOS HE HECHO YO?" (Sí, "rayos" no digo otra cosa porque soy una chica decente)
-Ona no sabeeeeeeees mira la que me mandó, te paso el link: http://facebook.com/posts/1878181amiquechutuestado
-Ay sí y nadie se da cuenta, devuélvele la indirecta vamos Ana métele con todo.
Tú como no quieres buscar problemas no dices nada y mandas un indirecto "Like". Esa es infalible. Si no lo has hecho no tuviste infancia, o bueno, amigas.
Pasa un rato de tu like desapercibido y ves que hasta en Ask están.
-Onaaaaaaaa mira lo que vi: http://ask.fm/ask192929aysinadiesedacuentademisindirectas
-Lo acabo de ver, onaa. ¿Viste lo que comentó Delfina?
-¿Quién diablos es ella?
Al final dices: ¡Fuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuck! ¡A la sgjahgashahg la decencia, cómo se atreve a hablar así!
Y lo peor que ni siquiera sabías que existía la susodicha. Cosas que pasan, ¿no? Se saben tu nombre, apellido, dirección, teléfono, fecha, hora y lugar de nacimiento, (el de tus padres también), fecha de menstruación, cuántos flacos has tenido, con quienes peleaste, con quienes tuviste choque y fuga, tu correo, tus cuentas de ask, facebook, twitter, hasta del hi5. Y tú ni siquiera sabías que existía.
Mientras tú esperas a ver si siguen poniendo algo más, una indirecta en el estado nunca está de más, y de un momento a otro ya todos te preguntan: -Oh qué pasó?!
Claro pues como a la gente sólo le gusta el chisme, links pasan, indirectas vienen y van .
Hasta que al final del camino se ve una luz de esperanza y alguien publica: "Tantas indirectas en Facebook y no se lo pueden decir en la cara."
Oh dios alabaos sean los salvadores de Facebook. Que la tía veneno llene de paz y amor su hogar.
NOTA MENTAL: ¿Qué de malo has hecho? (¡BAM!)
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Historias de una chica normal con una pizca de drama y locura.
Teen FictionCosas simples vistas desde el punto más dramático posible, el de las CHICAS. Historias que nos pasan a cada rato exageradas de una manera casi inimaginable pero a la vez comprensible.