Cuando desperté solo sentía que tenia un fuerte dolor de cabeza,mi mamá después de un rato decidió llevarme al doctor porque las pastillas no hacían efecto y sólo me bañe y me puse cualquier ropa para ir al médico.
Al asomarme por la ventana del auto y no ver cualquier cosa que pasáramos y sin llamarme la atención, cerré mis ojos y sólo vino a mi mente la imagen de una persona con ojos cafés a mi lado, realmente no se porque me imagine eso, debió haber sido un dejavu o mi subconsciencia diciendo que buscará a alguien que completará lo que no tengo de felicidad.Al llegar sólo se podía percibir el olor de los medicamentos o cosas así por el estiló. Me mire en una ventana que era una clase de espejo también y vi lo horrible que me veía, parecía como si Hittler hubiera puesto una bomba en mi cabello y hubiese explotado. En fin, me diagnosticaron, sólo era cuestión de tiempo como para que me recetaran otra ves las benditas pastillas de siempre.
Mi mamá se adelantó al carro y dijo que la esperará porque iba a buscar a mi hermana del colegió. Me senté en una banca del estacionamiento esperando a mi mamá pero ella igual se demoraría por el tráfico.
Entré a un súper mercado que había cerca y con el dinero que me dio mi mamá.
Al ver que mi tarro de chocolate favorito (nutella) estaba en uno de los estantes me empine pero como mi grandiosa altura me lo impedía decidí saltar y todavía no alcanzar mi objetivo, me rendí y me volteé y me tropecé y choqué brutalmente con un chico, cuando me aparte sobando donde me había golpeado observe al chico, era alto, blanco como la leche, ojos cafés, cabello Castaño, mejillas rosadas, estaba enamorada, si que por ahora sólo me encantaba cada milímetro de su cuerpo. El era perfecto.El también me miró de cabeza a pies y a pesar que mi físico no era la perfección, mi cabello y mi cara, mi cintura y mis piernas lo recompensan todo.