Esta historia, es sobre una hermosa niña de 3 años, muy simpática, tierna y alegre.
Su Nombre era Jini; Jini era una pequeña niña que vivía con su abuela Roxy.
Roxy era muy tierna con ella, eran muy buenas amigas, a Jini le fascinaban los animales, los amaba, eran sus mejores amigos. Y un día su abuela Roxy, baño, seco y vistió a Jini y se fueron caminando a la parada del bus. Cuando el bus llega, se suben y de repente Jini le pregunta a su abuela Roxy: "-¿A dónde vamos abuelita?
Su abuela le responde: "-A un lugar muy hermoso!
Jini la mira a su abuela con una sonrisa, al igual que su abuela la mira con una sonrisa a ella.
2 horas después, se bajan del bus y caminan por un lugar dónde no había ninguna persona, Jini un poco asustada pregunta: "-¿Dónde estamos abuelita?
Su abuela con el dedo indice le señala el frente, cuando Jini levanta la cabeza ve un mónton de animales corriendo por la pradera, ella tan alegre no resistió lo que veía, le dio un beso en la mejilla a su abuela y fue corriendo a hacia los animales, ella tan contenta no aguanto acariciarlos, acaricio a un Toro, a un Ñandú, inclusive a un Lagarto y a muchos más animales.
Minutos después su abuela sujeta a Jini y la sube a un caballo, la niña con el abundante amor que sentía hacia los animales no tuvo miedo, se dejo llevar. El caballo iba despacito para que Jini no se cayera, Jini sin duda estaba emocionada. Ratito después su abuela Roxy la sujeta para bajarla, Cuando Jini la niña amorosa baja le dice a su abuela: "- Te amo abuelita.
Su abuela sonrojada le dice: "- Yo también te amo!Y bueno en el final de esta historia. Cuando Jini crece, tiene un gran lugar de tierra, para que los animales sean felices, una reserva natural llamada: "La reserva de la abuelita Roxy". Y colorín colorado esta historia a terminado!
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La Niña Amorosa
SpiritualEsta historia, es sobre una hermosa niña de 3 años, muy simpática, tierna y alegre. Su Nombre era Jini. Jini era una pequeña niña que vivía con su abuela Roxy. Roxy era muy tierna con ella, eran muy buenas amigas, a Jini le fascinaban los animales...