Un día para jamás olvidar.

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Me había levantado en un día hermoso. Estaba solo en mi cama. Al parecer mi esposa y mis hijos habían ido a comprar cosas para el cumpleaños de Jason. Hice lo que hago todas las mañanas, me levanté y fui directo a la ducha.

Pasé por el largo pasillo que conectaba todas las habitaciones de la familia en un solo punto para ir hacia el baño. En ese pasillo estaba el pájaro azul de Shaun, Merlín. Entré al cuarto de baño y me dispuse a bañarme y de paso pensar en todo lo que debía hacer esa soleada mañana.

Terminé de bañarme y comencé a cambiarme para ir a trabajar en esos planos que tenia que hacerle a un cliente.

Volví a mi habitación, me puse una camisa celeste y unos jeans azul oscuros.

Pude apreciar que en la mesada de mi habitación había una nota de Grace, mi esposa.

| Fui a comprar con los niños las cosas para la fiesta de Jason.
No trabajes demasiado.
Te amo. |

Esas clases de cartas me enternecían el alma y más si venían de la mujer que amo.

Bajé las escaleras hacia el living comedor. Pasé junto al televisor, que me pedía por favor que lo encendiera, pero no podía distraerme. Tenía que trabajar.

Fui directo al estudio donde tenía decenas de planos terminados de trabajos anteriores y me senté a terminar el que debía. Estuve solo unos minutos porque tenía que hacer solo los primeros pasos, dibujarlos.

Mientras hacía ese bosquejo me distraía mirando por la ventana el hermoso día que hacía afuera.

Me levanté de esa silla y abrí la puerta para ver como estaba aquel barrio.

Salí y pude ver como los vecinos jugaban con sus hijos y como pasaban los autos en esa rotonda que recorría el barrio. Volví a entrar para ver como podía relajarme después de haber trabajado. Entré y me llamó la atención el auto a control remoto que le había regalado a Shaun, que tanto me recordaba a mi infancia. Agarré el control y me puse a manejarlo por toda la sala. Lo dejé en el suelo como estaba y escuché el ruido de la puerta. Grace y los niños habían vuelto de sus compras matutinas.

-¡Papá, papá ya soy mayor tengo 10 años! Soy todo un adulto ¿verdad?- me dijo Jason apenas entraba, esa sonrisa quería verla todos los días de mi vida.

-Tranquilo campeón, no eres precisamente un adulto, pero estás mas cerca- le contesté.

-¿Pero puedo conducir tu auto. Verdad?- quería parecer un adulto a toda costa.

Le respondí que luego hablaríamos de eso y se fue a jugar al patio con su hermano.

-¿Cariño puedes ayudarme con las bolsas por favor?- me decía Grace con un tono un tanto desesperado por que la ayude.

-Por su puesto- le respondí inmediatamente.

Dejé las bolsas sobre la mesa y me pidió ayuda con los platos para la comida ya que los amigos de Jason iban a venir y ella estaba demasiado ocupada con la comida para nosotros. Asentí. Los platos estaban en la mesa del comedor, era una mesa bajita y tenía una puerta donde estaban todos los platos de su madre.

-Ethan, ten cuidado con los platos de mi madre, no los vayas a romper- me dijo desde la mesada de la cocina.

-Por supuesto, lo que menos quiero es un problema con tu madre- le dije con un tono irónico.

Para que accedí? El primer plato que lo solté rapido y me regañó por eso. Puse los demás y fui al patio a jugar con los niños, se los veía muy felices.

-Al fin soy libre- les dije a mis hijos, ellos rieron.

-¡Papá, papá haznos volar!- me gritaban ambos al mismo tiempo.

Volar significaba que Jason quería que le hiciera "El helicoptero" y Shaun "El avión".


-Muy bien, primero tu, Jason.

Lo agarré de los antebrazos y comencé a girarlo en círculos una y otra vez. Después de un par de vueltas lo bajé. Me reí al tiempo en el que me di cuenta que estaba mareado y seguía dando vueltas en tierra firme.

-Ahora tu Shaun.

Lo levanté sobre mis hombros para hacerle el avión. Corría muy feliz sabiendo que se divertían con su padre. Lo bajé y Jason me retó a un duelo de espadas. Peleamos un poco, por su puesto quería que yo le ganara, todas las peleas siempre eran actuadas y muy dramatizadas para hacerlos reír a ellos.

-Me haz derrotado- dijo Jason con ese tono de voz moribundo.

Grace gritó desde adentro para avisarnos que vallamos a comer. Al tiempo, me llamó Shaun, alarmado.

-¿Que pasa Shaun?- pregunté con preocupación.

-Es Merlín, ella esta muerta- comenzó a llorar.

Su preciado pajaro había muerto. Me tocó verlo llorar sin consuelo y no pude evitar llorar con el.

Unos días después del cumpleaños de Jason, yo cargaba a Shaun en mis hombros por el centro comercial, Jason estaba de la mano con Grace a mi lado.

-Déjame a Shaun que quiero comprarle unos zapatos- dijo- quédate aquí con Jason. Ya volvemos.

Le hice caso y me quedé con el niño esperando. Mi tranquilidad duró poco ya que Jason había desaparecido de mi lado. Por suerte despues de un par de gritos y otro par de corridas logré encontrarlo sano y salvo.

-No debes irte así Jason, podrías perderte, hay mucha gente- le dije con un tono autoritario en mi voz.

-Lo siento papá- dijo- es que quería un globo. ¿Me compras uno?- Pidió como todo niño que es.

Había corrido solo para ir delante de un payaso que sostenía unos globos.

-Muy bíen Jason -quería el globo rojo, su color favorito.

Tres segundos que me descuido para pagarle al payaso esos dos dolares y Jason había desaparecido nuevamente.

Comencé a gritar desesperadamente su nombre, pero todo fue en vano. Pude ver un globo rojo, pero era otro niño. Me encontré a Grace y no le gustó nada que haya perdido a Jason. Miré a mis lados y a la distancia logré verlo cruzando la calle.

-¡Jason!- le grité.

Ya estaba al otro lado de la calle. Quizo cruzarla pero no vió el auto que se aproximaba hacia él.

-¡Jason, no!- grité

Corrí para ponerme delante de él, pero no fui lo suficientemente rápido, el auto ya nos había golpeado. Fue inevitable que Jason muriera y yo ya no volví a ser el mismo...

Heavy RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora