Los Elementos: Agua

Capitulo 1: Un día normal

Naida Hali

Todo a mi alrededor es tan lindo, la playa, el sol, el mar, especialmente el mar y mi casa cerca del mar; soy tan feliz aqui, que quisiera que el tiempo se detuviera y se quedara justo este día a esta hora, todo es tan...

-¡Hali! Regresa a la casa ahora, te va a dar una insolación.

-Ya voy Paula...

Bueno todo era tan perfecto, si no fuera por Paula yo estuviera nadando en el mar, tranquila, ah pero no... Paula quiere que entre a la casa. Tomé la toalla en la arena para secarme, entre a la casa y Paula me esperaba con los brazos cruzados.

-¡¿Que te crees niña?!

-Tranquila Paula solo estaba nadando en el mar...- estaba apunto de terminar mi oración en cuanto Paula me interumpe casi gritando.

-¡Estaba apunto de darte una insolacion!

-Claro que no Paula- le sonreí timidamente

- Estas toda roja... Hali aunque seas hija de mi jefe yo te quiero como a mi prpia hija, me preocupas mucho.

Paula parecia algo triste y enojada, así que sali corriendo a habrazarla con toda mi fuerza y le susurre al oido-Y yo como a mi madre-Paula empezó a sollosar, supongo que andaba en sus dias porque normalmente no es asi.

Cuando terminamos de abrazarnos y Paula se calmo, fue directo a la cocina a prepar una increible y deliciosa comida mientras que yo subi las escaleras, entre a mi cuarto y me meti a bañar por suerte las cinco recamaras de el segundo piso tienen baño.

Cuando entre a la regadera y el agua tocó mi piel me relaje, tenia una sensacion de poder hacer lo todo, es una sensacion inexplicable es como si estuviera completa, como si estuviera en casa. Después de salirme de bañar, me vestí, me puse un short azul marino, una blusa suelta y unas sandalias; baje a la cocina donde se encontraba Paula sirviendo un poco de spaguetti en un plato.

-Estaba a punto de gritar pra que bajaras a comer.

Le sonrei con una de esas tipicas sonrisas de no hables y dejame comer- Que delicioso se ve Paula- le dije mientras me sentaba en la silla de la barra que conecta con la cocina y empezaba a comer.

Despues de comer fui a mi cuarto y me recoste en la cama, a los cinco minutos me habia quedado dormida.
En cuanto me desperte ya era de noche, baje las escaleras me diriji al salon y encontre a Paula cargando una caja larga y blanca que no se veia tan pesada.

-¿Dormiste bien, Hali?

-Si, muy bien, por cierto ¿Qué hora es Paula?

-Las ocho...

¡Que! me habia quedado dormida ocho horas, eso es imposible antes de que pudiera reclamarla a Paula, ella puso la caja en la mesa y me dijó con tono serio:

-Hali, tu papá llamo hace dos horas... me dijó que llega mañana en la noche.

-¿Y que Paula?

-En cuanto llege tu y tu padre van a ir a una fiesta de gala de su trabajo, te trajo esta caja que tiene un vestido y te trajó un par de zapatos con un perfume.

No me sorprende que quiera que vaya a esas tipicas fiestas de empresarios descendientes de las familias reales, dos veces al año ocurren este tipos de cosas y solo para que los hijos de los empresarios se conozcan, lo unico bueno de estos es que voy a ver a un viejo amigo de la infancia.

- Bueno... No me queda de otra ¿cierto?

-Vamos Hali, te divertiras.

-Bueno pues abre la caja, quiero ver tu vestido.

Tomé la caja, la puse en la pequeña mesa del salón y en cuanto la abri vi un color tan hermoso, era azul, mi color preferido