Un día normal, soleado y el cielo completamente despejado, como cualquier otro de los días anteriores.
Una joven de cabello castaño claro, desde su habitación, comenzaba a abrir sus ojos cafés, Clara, ese era su nombre, estaba despertando más temprano de lo normal. Ella estaba emocionada ya que dentro de un par de días sería su cumpleaños, fecha que esperaba con ansias desde hace ya unos años.
Cumpliria sus tan deseados quince años y por fin podría despedirse de su vida cotidiana.
Podría despedirse de las tareas forzadas que tiene que hacer en lugar de la esposa de su padre, su madrastra, Gabriela.
Ella, aunque es hermosa y de aspecto amable y caritativo, en el fondo es bastante vanidosa y muy cruel, sobretodo con Clara ya que la enojaba saber que no es la única mujer en la vida de su amado Jack y le daba rabia que Clara le recordara tanto a la difunta esposa de él.
Una vez pudo levantarse de su cama, la peli-castaña fué al baño, cepilló sus dientes y se lavó la cara, como de costumbre. Una vez se secó su rostro pudo notar los moretones que le había dejado su madrastra el día anterior. Si, esos golpes le habían dejado varias manchas moradas es su piel blanca y mientras las miraba recordaba todos los gritos e insultos que le había dicho esa cruel mujer.
“¡¿por qué todavía no has cocinado la cena?! ¿eh? inútil, que no vez que no puedo hacerlo, estoy muy ocupada con migo misma. ¿Has hecho las tareas de la casa ya, pequeña mocosa?
Si no fuera que eres hija de tu padre ya te hubiera mandado a la calle, maldita perezosa“El solo recordar eso le causó una gran presión en el pecho y causo que una lágrima recorriera su mejilla izquierda. Pronto se miró nuevamente en el espejo y volvió a mirar aquellos manchones y algunas cicatrices que tenía por su cuerpo. El recuerdo de cada marca hacía que más le doliera el pecho, pero Clara solamente se limitó a decir una frase.
-“si tan solo vieras por una vez más allá de tu pelo mal teñido“
Esa frase la hizo que ese dolor desapareciera casi por completo. El desahogarse insultando a aquellos que la hieren la hacía sentir mejor, pero no del todo.
Aún con la toalla en la mano, Clara se limpio el par de lágrimas que se habian escapado de sus oscuros par de ojos, y, luego de eso, se dedicó a cubrir aquellas marcas con maquillaje, ocultaba eso para que de esa manera no le preguntaran que le había sucedido.
Una vez aquellos golpes estuvieron cubiertos se cepilló sus cabellos castaños y preparó todo para la fiesta que iba a tener lugar dentro de exactamente 3 días, el domingo. Preparó las invitaciones, las envió a todos sus compañeros de clase. Esta chica es la típica antisocial, pero no es que a ella le desagraden sus compañeros, es que ellos no queren que Clara hablen con nadie, la ignoran, insultan y maltratan solo con el fin de que la pobre chica sufra sin razón aparte, prácticamente para sentirse superiores a algo o a alguien, alguien indefenso.
Clara transcurrió el día en su habitación, preparando todo para el dichoso día. Su madrastra, gracias a dios no se encontraba en la casa, se había ido a una gira por todos los shoppings y tiendas de la ciudad, así que hoy estaba completamente sola en su gran casa. Aunque solamente se limitó a quedarse encerrada en su cuarto e ir de vez en cuando a la cocina para comer alguna que otra cosa.
Cuando la noche cayó, Clara se encontraba preparando la cena ya que si Gabriela volvía, cosa que iba a hacer, se enfadaría mucho de no ver su plato con comida en la mesa y le volveria a golpear el muy lastimado cuerpo de la jovencita.
Para suerte de Clara primero llegó su padre, Jack. Él era un empresario muy importante en la ciudad, un hombre alto de piel clara, pelo de un color negro y sus ojos de un color muy similar. Él casi nunca está en la casa junto su esposa e hija, debido a que su trabajo se lo impide con regularidad pero, sin embargo, quiere que de alguna manera su hija no esté sola, por eso cuando enviudó el se casó con una mujer un tanto... energética, para que alegre la vida de su hijita, pero solo cometió un error en dejarla sola con Clara, convirtió la vida de su “tesoro“ en un infierno.
Agotado por el trabajo, Jack fue directamente a su habitación a dormir sin siquiera decir un “Hola“ a su hija. Clara no le dió importancia a su agotado padre y siguió con sus labores.
Una vez los concluyó, se sirvió en un plato y cenó tranquilamente la comida que había preparado. Luego de haberlo terminado limpió la cocina y se volvió a encerrar nuevamente en su santuario, agradeciendo que Gabriela no halla llegado.
Estando ya tranquila vió los papeles que había escrito esa mañana y recordó que no había mandado las invitaciones.
No iba a bajar ahora, mañana por la mañana lo haría y luego seguiría preparando lo que quedaba para su Fiesta de Cumpleaños.
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Bueno... voy a dejar esto por aquí y me voy~
díganme que les parece si? -w-
la verdad es la primera vez que escribo algo así
pero me agarró la doña inspiración (?) y pos aquí estamos~
-atte. Sweet-bot
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Solamente una Broma...
Teen Fiction~Esta histora es solamente una manera de reflexionar acerca del bullying~