—¿Cómo está?
—Bien. Todos sus signos vitales parecen estar en orden.
—¿Alguna anormalidad? ¿Algún patrón de respiración irregular?
—Está bien, Kris.
—Lo sé, ¡¿pero por qué no se despierta, entonces?!
—Dale tiempo. Su cuerpo todavía está débil.
—Menos mal que no se contaminó. Fue estúpido de su parte hacer eso.
—Estúpido pero valiente. Deberías sentirte orgulloso de él.
—Lo estoy, Lay. Muy orgulloso. Pero ni siquiera puedo alegrarme de eso. No cuando se encuentra en estas condiciones.
—No es culpa tuya...
—A veces creo que sí lo es.
—Kris...
—Tengo que irme. Volveré enseguida; tengo que ver cómo se encuentra Tao.
—Está bien.
—Lo dejo en tus manos, Lay.* * *
Luhan se despierta tras lo que le parecen siglos. Le pesan los ojos y esa familiar sensación se apodera de él de nuevo. Como si no los hubiera usado durante mucho tiempo.
Agradece que la luz que lo rodea sea tenue, lo que le hace recordar su vieja habitación en el laboratorio. Pese a lo mucho que le asusta el lugar en el que se encuentra, pese a que se siente solo, al menos sabe que sigue estando allí.
En cuanto pestañea y se acostumbra a todo lo que hay a su alrededor, se da cuenta de que no está en su vieja habitación. Es diferente. Acogedora. Hay una enorme ventana a su lado y ve, a través de ella, que es de noche. La luna brilla con fuerza y proporciona a la habitación un suave resplandor. Hay adornos a un lado: cuadros, un jarrón, una estantería... Como si la habitación hubiera sido usada y, en cuanto gira la cabeza hacia el otro lado, ve a alguien durmiendo con la cabeza apoyada en sus brazos, sobre la cama.
Luhan coloca una débil mano sobre la cabeza de la persona en cuestión. Ésta se remueve y se despierta. Al levantar la mirada hacia él, Luhan se da cuenta de que es Lay.
—Hey... —dice Lay, frotándose los ojos y sonriéndole—. Ya te has despertado.
Luhan parpadea durante unos segundos y asiente.
—Quédate despierto, ¿vale? Tengo que ir a avisar a Kris.
Pero en cuanto Lay se pone de pie para irse, Luhan le agarra el brazo con debilidad para que se quede. Lay lo mira detenidamente durante un rato y vuelve a sentarse despacio junto a él.
No se dicen nada durante unos instantes porque Luhan está demasiado débil como para decir algo siquiera. Pero sabe que está bien. Recuerda la herida que tenía, pero tiene la certeza de que ahora ya no existe. Lay permanece allí sentado, frotando la mano contra la suya. Luhan se da cuenta de que no lo está curando, sino que trata de mantener su mano caliente y de asegurarle que está a su lado.
—L...Lay... —murmura Luhan al principio, todavía tratando de recuperar su voz. Lay lo mira.
—Podemos hablar mañana —le dice—. Todavía tienes que recuperar tu energía.
Pero Luhan no quiere hablarlo por la mañana. Quiere saber qué le ha pasado. A él y a todos los demás.
—¿Dón... dónde... estoy? —pregunta con voz ronca. Lay le frota el brazo con ternura.
—En la Tierra.
La Tierra. En casa...
No, piensa Luhan. La Tierra ya no es su hogar. Ya no la siente como su hogar.
Lay le dedica una sonrisa.
—Se ha salvado gracias a ti.
Luhan se tranquiliza. Al menos lo que hizo no fue en vano. Todos están bien...
Pero hay algo más que inquieta a Luhan. Algo que necesita saber.
—¿El tiempo... sigue avanzando? —pregunta. Se siente somnoliento pero intenta aguantar despierto para escuchar su respuesta.
Lay estira el brazo y le aparta el pelo de delante de los ojos.
—Sí.
Luhan espera a que diga algo más, pero no lo hace.
—¿Y los demás? —vuelve a preguntar—. Su...Suho... Chanyeol, Baekhyun... Kyungsoo, Kai...
Lay se muerde el labio.
—¿Sehun?
Luhan se da cuenta de que Lay aparta la mirada y le aprieta la mano ligeramente, animándolo a que le responda.
—Lay, dímelo... —insiste—. Por favor.
Lay vuelve a mirarlo.
—Están bien. No te preocupes por ellos.
Luhan suspira aliviado. Le preocupaba que Lay dijese que no estaban bien.
—¿Puedo...? ¿Puedo verles? ¿Puedo ver a Sehun? —pregunta Luhan, y su corazón se vuelve pesado en cuanto Lay niega con la cabeza.
—No están aquí —responde Lay—. No están en la Tierra.
Luhan siente como si su corazón pesase de pronto una tonelada. Es como si no pudiese respirar y no sabe si tiene las costillas rotas. Por una parte se alegra de estar sano y salvo, pero por otra... ya no están con ellos.
—Todavía quedaron muchas investigaciones y experimentos intactos y Suho quiere asegurarse de que todos queden destruidos. Ellos se quedaron para ayudar.
Luhan ya no lo oye. Sus pensamientos son un caos, pero sigue escuchando. Trata de asimilarlo todo mientras Lay le cuenta lo ocurrido. Que el misil no colisionó con él completamente ya que Xiumin pudo congelarlo y convertirlo en un enorme bloque de hielo antes de que pudiera estrellarse contra él.
Sólo una parte de la aeronave quedó destruida, ya que Sehun había reunido todas sus fuerzas, todo su poder, para desviarlo de su objetivo con el viento. Pudo evitar el impacto, pero no fue suficiente ya que la velocidad de la aeronave era demasiado alta y acabó estrellándose contra unas formaciones rocosas.
Luhan sigue escuchando el relato de cómo Lay, Kris, Xiumin, Tao y Chen se subieron a la otra aeronave y rescataron su cuerpo de entre los restos. Habrían querido dar la vuelta, pero el resto de los hombres estaban por todas partes y Kris no tuvo más remedio que seguir hacia la Tierra.
—Pero... ¿y los demás? —pregunta Luhan, respirando con dificultad.
—Lograron despacharlos —explica Lay—. Vimos a Kyungsoo usando sus poderes para abrir el suelo. Algunos cayeron, otros se rindieron. Tuvimos que irnos porque no estábamos seguros de si vendrían más misiles. Todavía estamos esperando pero, hasta ahora, todo va bien.
—¿Y Sehun? —se atrevió a preguntar.
Lay hace una pausa antes de continuar:
—La última vez que lo vimos, se había desmayado en brazos de Baekhyun tras agotar toda su energía. Lo dio todo para no dejar que el misil te alcanzase.
Luhan comienza a temblar. Siente que comienza a tener dolor de cabeza y cuanto más intenta evadirlo, más intenso es el dolor.
Pero ahora ya no es la cabeza lo único que le duele. El corazón también. Y los pulmones. Luhan no sabe qué hacer salvo permitir que las lágrimas desciendan por sus mejillas porque Sehun no está con él. Ni los demás.
Sehun se ha desmayado.
Sehun lo necesita. Él tiene que cuidarlo. No puede abandonarlo en ese estado.
De pronto los libros colocados en las estanterías comienzan a caer y el florero que hay sobre la mesa se cae al suelo y se rompe en pedazos. La lámpara de araña que cuelga del techo comienza a balancearse y Lay se levanta y sujeta a Luhan por los hombros.
—Luhan, cálmate —dice Lay, alarmado, mientras Luhan sigue llorando—. No puedes alterarte de esta forma.
Pero Luhan es incapaz de parar. No sabe por qué duele tanto, física y emocionalmente. Como si alguien estuviera martilleando dentro de su cabeza y moliendo su corazón a golpes.
—Luhan... —Lay lo sacude—. Luhan, contrólate.
—No puedo —dice Luhan entre el llanto—. Duele. Duele mucho.
Así que soy yo el que está provocando todo esto, piensa al darse cuenta. Él es el causante de que las cortinas se agiten violentamente y de que los cuadros de la pared se balanceen.
No puede controlarlo. Está atrapado entre el no querer usar sus poderes y al mismo tiempo el darles rienda suelta. Se siente frustrado y emocionalmente exhausto. No sabe qué hacer.
Sehun.
Quiere a Sehun. Quiere que él lo abrace y le diga que todo va a estar bien. Que él va a estar bien. Que se quedará a su lado.
Pero Sehun no está cerca de él, y Luhan llora aún más fuerte entre los brazos de Lay.
—Luhan... —la voz de Lay no suena reconfortante sino alarmada—. Luhan, deja de usar tus poderes. Todavía no estás recuperado del todo.
Pero Luhan sigue llorando. Se nota débil pero se siente como una bomba humana a punto de explotar.
—¡Xiumin! —grita Lay y, al instante, la puerta de la habitación se abre y Xiumin ve todo cayéndose al suelo.
—¡¿Qué está pasando?! —pregunta Xiumin con los ojos abiertos como platos en cuanto ve la lámpara que hay sobre la mesa cayéndose por el borde.
—¡Avisa a Kris!
Lay sigue sujetando a Luhan como si fuera a romperse en pedazos si lo soltase mientras el joven permanece sentado, llorando.
Kris corre hacia ellos tan pronto como entra en la habitación y Lay se aparta.
—No, no —Luhan entra en estado de pánico cuando ve que Lay lo suelta. No quiere que lo dejen solo. No quiere tener que lidiar con esto él solo.
—Ssssh, ssssh —las manos de Kris se posan repentinamente sobre su cara para hacer que lo mire a los ojos, y Luhan así lo hace—. Luhan, cálmate. Cálmate.
—No... puedo —responde Luhan entre sollozos. Su dolor de cabeza se hace cada vez más intenso—. Duele... No puedo respirar.
—Luhan, acabas de despertarte y tu cuerpo todavía está débil. Deja de intentar usar tus poderes.
Pero Luhan, sin saber cómo, logra romper en pedazos el cristal de la ventana.
—Luhan... —Kris hace que el joven lo mire a los ojos—. Luhan, voy a sedarte. Te lo digo porque quiero que sepas lo que voy a hacer. Si no quieres que lo haga, está bien, pero tienes que calmarte.
Luhan clava la mirada en Kris, con lágrimas en los ojos.
—Haz que pare.
Haz que el dolor pare.
Kris le devuelve una mirada compasiva y asiente. Luhan siente de pronto un leve pinchazo en el brazo y, poco después, la habitación comienza a dejar de moverse lentamente.
—No me dejes... —gimotea Luhan mientras sus ojos comienzan a cerrarse. En realidad, Luhan quiere que lo dejen solo. Quiere estar en su propio y silencioso mundo, lejos de todo lo que le recuerda a esto; a Sehun. Pero, al mismo tiempo, teme perder la consciencia. Teme olvidarse completamente de todo, como Chen.
—No lo haremos. Lay y yo estaremos aquí —le dice Kris, recostándolo de nuevo en la cama.
—¿Lo pro...prometes?
—Lo prometo.
Y Luhan cierra los ojos y se queda dormido.
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[EXO-fic / TRAD] Revolution
FanfictionTítulo: Revolution Autora: Purpleskies Traducción al español: SEXOlutely (Wattpad) / Deernicorn (livejournal) / @XOXOT12 (Twitter) Revisión: kimjoonmyeon Fandom: EXO Pareja: Sehun/Luhan + otras parejas // OT12 Resumen: Luhan es capturado y utilizad...