Súper

25 5 1
                                    



"Todos somos iguales,

Excepto por las pequeñas diferencias"


- No quiero más retrasos ¿entendido?

El gesto de hastío en su mirada me dice que es otra de sus rabietas, algo que queda perfectamente claro cuando azota la puerta. De inmediato pongo los ojos en blanco y me llevo la mano a la frente.

- Pude ver eso – entona su voz desde el otro lado de la puerta y yo me encojo de hombros, temiendo un regaño aún más severo.

- Lo siento – respondo secamente y pongo la mejor de mis sonrisas fingidas, hasta que oigo sus pasos en dirección a su escritorio. Suspiro y procedo, por fin, a sentarme en el cubículo.

¿Alguna vez has sentido que tienes el peor jefe del mundo? Bueno, amigo, siéntete afortunado porque seguramente tú jefe, por más malo e injusto que sea, no tiene una visión de rayos X capaz de ver las caras que haces ante sus regaños.

Pongo mis papeles sobre el escritorio y me dedico a revisar las gráficas del proyecto que presentaremos en un par de días: ¡Plaxo! Un material aún más resistente, para la súper fuerza de tu bebé. El slogan es pegajoso, seguro se venderá como pan caliente. La foto del bebé que han elegido para el anuncio me hace sonreír, aunque también me pone un poco melancólica y triste. Es difícil ser una humana común y corriente en un mundo lleno de súper poderes.

Pero seguro tú tampoco lo entenderás, debes ser de ese 99.99% de la población afortunada, esa que nace con telequinesis, alas o la habilidad para duplicarse; y debes pensar que la vida es genial y maravillosa, no te culpo, seguramente yo también lo pensaría si hubiese nacido como tú. Sin embargo, la vida es complicada para los simples en estos días ¿Tienes idea de lo laborioso que es, tan solo, encontrar empleo?

Ustedes, los dotados, siempre se quedan con las mejores plazas. En el departamento de envíos trabajan los velocistas y voladores. En empaques, por supuesto, están los que cargan tanques enteros sin si quiera esforzarse. Los puestos directivos los ocupan los súper dotados, si, ya sabes, esos que nacieron con la inteligencia tan desarrollada que antes de los 10 ya tienen dos doctorados y ganan más de lo que yo ganaré en toda mi vida. Otro suspiro, como te digo, la vida para un común es bastante difícil en estos días.

Supongo que debo agradecer estar en un cubículo como este y no en las calles vestida con una botarga enorme mientras intento venderles algo, que es lo que la mayoría de personas anormales termina haciendo.

El zumbido del correo que entra es característico, es mi jefa, que seguro acaba de encontrar otra cosa por la cual debe gritarme. Pero este es mí día a día, así que pongo otra sonrisa fingida mientras camino hasta su oficina.

¡Hey!, no me juzgues, apuesto a que tú lo tienes más fácil...

SúperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora