A veces no queda más que decir, a veces solo queda huir. A veces el destino no era lo que realmente esperabas... A veces sólo un fuerte cuchillo apuñala tu espalda. Y corres, huyes, porque no quieres seguir en un lugar donde las críticas invaden tu mente, tu pequeña mente
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.