Cuando decía abajo me refería a comer en las gradas. No es un lugar nada especial pero siempre comemos ahí, así que se siente raro cuando vamos a otro lado.
Cuando llegamos unos niños de primero se habían sentado ahí.-Putos güiros ¿por qué tienen que estar ahí?- dijo Paola
- ¿Ya a donde vamos a comer?- preguntó Anne
- Más abajo
¿Cómo que más abajo? Ese era nuestro lugar par comer, deberíamos haber echado a los güiros de ahí.
Ah de todos modos tenía hambre así que acepté comer abajo. Paola se recostó con la espalda en la pared y David se acostó sobre Anne. Estuve pensando muchísimo sobre lo que había pasado anoche y mi mente mágicamente decidió repetir todos los momentos de mi vida en los que me había ido del asco, habían lágrimas en mis ojos que amenazaban con salir pero intenté mantenerlas dentro, no me gusta que nadie me vea llorar.
En eso todos comenzaron a reír por alguna estupidez que habrán dicho, no tenía ni idea de por qué se estaban riendo así que solo les seguí el juego.- ¿Paola me acompañas a la tienda?- pregunté de repente
- Si, vamos
Tengo hambre así que quizá vaya a comprarme una pizza o algo así. Cuando llegamos la tienda estaba llena, tuvimos que esperar un buen rato hasta que por fin conseguí mi pizza. Mientras bajábamos las gradas pasaron corriendo los niños de octavo.
Supongo que irán a jugar fútbol o algo así. Puse los ojos en blanco y bajé la siguiente grada, en eso alguien se estrelló contra mí.-lo siento- dijo, luego se fue
Ah, fue uno de los de octavo que se había quedado atrás. No entiendo por qué nadie puede tener cuidado por aquí.
Cuando regresamos Anne y David estaban hablando. No me sorprendería si al final estos dos terminan juntos.
Quise regresar y decirle a Paola que mejor fuéramos a otro lado y les diéramos un poco de espacio, pero cuando me voltee para irnos David nos vio y nos llamó para que volviéramos con ellos.
Apenas nos logramos sentar cuando sonó el timbre de entrada ¿¡por que no pueden hacer los recesos mas largos?! No tenía energía ni el ánimo para tener que levantarme y regresar a clases. Pero si no volvíamos nos iban a poner algún reporte.-Chicos, ya sonó el timbre vamos para adentro- nos dijo la maestra de inglés, esa vieja también ya me tenía harta, como si estuviéramos sordos como para no escuchar su timbre ese, que ni siquiera sirve.
Con el timbre tenía razón, a veces era tan fuerte que parecía que te iban a estallar los tímpanos y otras veces apenas si llegábamos a escucharlo.A regañadientes y con ganas de sacarle el dedo del medio me levanté y comencé a caminar hacia la clase y logre alcanzar a escuchar a Paola dando las gracias a la maestra, como si hubiera hecho algo especial. Aunque ya íbamos tarde esperaba que no hubieran cerrado la puerta, no quería tener que dar toda la vuelta para entrar por abajo, que es de donde acabamos de estar.
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Jeanneth Love Story
Teen FictionLa historia de Jeanneth, una chica que toda su vida ha intentado encajar con los demás y además luchar con los problemas que se encuentran en su hogar y especialmente dentro de su cabeza...