¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Qué te parecen mis dibujos? —le pregunte a Lydia—. ¿Qué demonios está pasando aquí?
—N-nada —tartamudeo Kira.
—Déjame ver tus dibujos.
—¿Sabes qué? Creo que prefiero la opinión de los mostrare mañana a la señora de la cafetería.
—¿La señora de la cafetería?
—Sí, es muy graciosa.
—Más que graciosa es patética. ¿No crees que deberías tener amigos de tu edad?
—¿O por lo menos cercanos a esta?
—No es tan vieja, tan solo me lleva unos... 30 años
—¿Nos mostrarías tus dibujos?
—¡Claro! Si tanto insisten...
—¿Y quién es esta? —pregunto Malia.
—Soy yo.
—Debí imaginarlo —soltó un suspiro.
—¿Por qué lo dices?
—Hasta ahora todos los dibujos que has hecho son de ti.
—¿No tenías inspiración?
—¿Y quién es él? —preguntó Lydia.
—No lo sé, no recuerdo haberlo dibujado.
—Se parece demasiado a Derek Hale.
—¿A quién? —pregunte.
—Es un amigo —dijo Malia—. O eso creo.
—¿Por qué lo dibuje?
—Es lo que vamos a averiguar.
—¡Lydia! —la llamó Malia.
—¿Qué?
—¿Qué tal si necesitamos la ayuda de otra banshee?
—¿Banshee? —pregunte—. ¿De qué están hablando?
—N-ada, no estamos hablando de nada.
—¿De verdad existen? —pregunte entusiasmada.
—¿A qué te refieres?
—Mi madre amaba el folclore, cuando era pequeña solía hablarme de ellas. Pero claramente todo cambio y no hubieron más historias cuando ella murió.
—¿Y que más sabes? —me pregunto Lydia.
—Bueno, yo de verdad me sentía intrigada por el tema por lo que investigue y descubrí que estas formaban parte del folclore Irlandés desde el siglo VIII.
—¿Y sabes quiénes eran? ¿O por lo menos que hacían ellas?
—Eran espíritus femeninos que según la leyenda se les aparecían a personas para anunciarles la muerte de personas cercanas a estos. Eran consideradas hadas y portadoras de la muerte —finalice.
—Eso es... genial —respondió Lydia nerviosa.
—¿Y si necesitas la ayuda de otra chica?
—De Meredith.
Las chicas debían ir a Eichen House y como el instituto no quedaba tan lejos de allí, me llevaron hasta allí. Las chicas llegaron dos horas mas tarde, fue entonces cuando decidí preguntar cómo les había ido.
—¿Bien? ¿Lograron entrar a ver a Meredith?
—Beacon Hills dice que no podemos entrar allí sin el permiso de su familia —dijo Lydia.
—Pero toda su familia está muerta. ¿Cómo demonios tendrían su permiso?
—No lo sé.
—Tal vez deberíamos volver a la sala de arte —propuso Malia—. O a la de música.
—Aún no entiendo por qué están haciendo todo esto.
—Ni tampoco lo entenderás. Así que es esto o puedes ir a ver a la señora de la cafetería.
—Iré a ver a la señora Cook —afirme.
Me despedí de ellas y les dije que regresaría sola a casa. Me dirigí hacia la cocina del instituto, dispuesta a ayudar a mi amiga a limpiar.
—¡Hola señora Cook! Lamento no haber venido antes...
—No hay ningún problema cariño, te estaba esperando —tomó un cuchillo de la mesa.
—¿Que está haciendo? —pregunté asustada.
—¿Sabes? Ofrecen mucho dinero por las Banshees y de verdad lo estoy necesitando.
—No soy una banshee, se está equivocando de persona.
—Lydia y Morana Martin, 40 millones por ambas.
—No creo que sea muy genial el hecho de que me quiera matar. Somos amigas ¿recuerda?
—Muy buenas amigas —me corrigió.
—¡Exacto! Las amigas no se asesinan entre ellas por dinero.
—Una amiga moriría por otra si esta lo necesitase.
—Entonces no somos buenas amigas.
—No —hundió el cuchillo en mí estomago—. No lo somos.
