Ángel o demonio.
96 años antes.
Gris.
El cielo estaba gris.
Un color bastante normal para estos días...aunque quizás "décadas" sea una palabra más adecuada.
"En cualquier caso, dudo mucho que alguien haya notado que el cielo había dejado de ser azul, después de todo estamos en tiempos de guerra, y todos están demasiado concentrados en tratar de proteger su vida como para ver el cielo"
Fue el solitario pensamiento de un hombre que estaba sentado en la orilla de un acantilado haciendo que sus pies colgaran, mirando con un poco de nostalgia la destruida y quemada tierra que se podía ver desde la cima del acantilado.
El hombre tenía aproximadamente de 20 a 25 años de edad, su piel era clara, pero ligeramente bronceada, su cabello era de un color rubio platinado y sus ojos eran de un hermoso color morado claro.
Su vestimenta era unpeculiar, consistía de una camisa sin mangas y un pantalón, ambosbos de un color blanco, gracias a la forma de la camisa se veía perfectamente los músculos de los brazos y bíceps, pero las ropas tenían unas manchas en algunas partes, además de algunos raspones y marcas de barro con lo que parecía sangre, pero fuera de eso no estaba rasgada ni dañada su ropa, a excepción de su camisa, que tenía dos largas cortadas en la espalda, justo en la parte de la escápula.
Además, tenía un aura que hacía que te invitaba a mirarlo por toda tu vida.
— Al Mando — Dijo una voz justo por detrás del hombre, este solo le miro de reojo.
Era una mujer, su ropa también era blanca con algunas imperfecciones, pero en vez de una camisa sin mangas tenía una de mangas de tres cuartos.
Su cabello era negro y sus ojos de un profundo verde, su piel era más bronceada que la del hombre. Ah, ahora que veía bien, atrás estaban dos hombres y una mujer.
Los hombres tenían la misma ropa que él, solo que sus ojos eran de un café y avellana, con cabellos igualmente cafés y rubios, respectivamente, además de que parecían tener alrededor de 15 y 17 años. La otra mujer tenía los ojos marrones y cabello rubio, con el cabello por debajo de los hombros, de aproximadamente la misma edad que los otros hombres.
— Lamento interrumpir sus pensamientos, Al Mando, pero es necesario que continuemos — comenzó con tranquilidad, pero se veía un poco exasperada. —. Se ha descubierto rastro del enemigo... — Soltó, pero al ver que el Mando no decía nada ni daba la impresión de querer hacer algo, suspiro —, si no le seguimos de inmediato perderemos su rastro... —Insistió.
El hombre le miro en silencio durante algunos segundos y después suspiró.
— Ya entendí, ya entendí — Dijo con algo de pesar mientras se apoyaba para levantarse. Una vez levantado, miro a los más jóvenes. — ¿Coordenadas?
— 106° al Oeste, 64° al Sur —Respondió rápidamente la otra mujer.
—Bueno... —Soltó casualmente- al menos esta cerca de aquí — Se dio la vuelta y se puso al borde del acantilado -. Vamos.
Y sin más, dio un paso y se dejó caer al precipicio. Hizo la cabeza para enfrente y logro hacer que su cuerpo empezara a caer en forma horizontal, miraba con tranquilidad como su sombra se iba haciendo más y más pequeña porqué iba acercándose al suelo, y entonces vio cómo su sombra se hacía más grande, para justo antes de tocar el suelo, elevarse nuevamente.
Comenzó a volar, y así estuvo unos minutos hasta que sintió otras presencias.
— Tardaron mucho en alcanzarme.
ESTÁS LEYENDO
Entre el cielo y el infierno
Teen FictionHace 96 años que la humanidad estuvo a punto de extinguirse gracias a una batalla entre los poderes del cielo y el infierno, pero esta prevaleció una vez que los poderes del cielo lograron ganar, para sorpresas de hasta ellos mismos. La humanidad to...