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Hoy no había alarma. Era sábado. Pero Louis se levantó por los quejidos de Harry. Era algo molesto ya que el de ojos verdes lo tenía en sus brazos -al parecer cambiaron la posición en meio de la noche- así que el mal aliento acompañado de gruñidos y quejidos aterrizaban en su cara.

"Ah, mi cabeza. Duele." Al fin lo había soltado para posar con fuerzas sus manos en su sien.

"Bien, Harry. Puedo buscarte algo para el dolor. Solo no hagas ruido. Al menos que quieras que alguien entre y crean que... algo pasó anoche..." Sabía exactamente a lo que se refería.

"No, no. Yo voy a mi casa y te esperaré en... En tu patio. Si, en tu patio, al frente." Su voz era ronca, recién levantada. A Louis le pareció atractivo. Muy atractivo.

<<¡No, Dios, Louis! No eres marica. Harry tal vez... pero tu no. No, no, no. Es un chico lindo, pero no es para ti.>> Decía en su mente, con ojos cerrados.

"Bien."

"Uhm, bien."

"Tal vez en... ¿una hora?" La voz, los labios regordetes y los rulos despeinados lo estaban volviendo loco definitivamente.

"En una hora." Le regaló una sonrisa algo coqueta mirando hacia abajo; sus piernas todavía entrelazadas. <<Oh Dios, no>>, Louis pensó. "Mejor me voy. No quiero que encuentren mi cama vacía."

"Adiós, Harry."

El de rizos desató sus piernas para salir de las sábanas y ponerse sus botas. Salió por la ventana, sin mirar atrás ni a la cara llena de vergüenza de Louis.

Se quedó un rato pensando en lo que había pasado. Había dormido con un chico que había conocido hace una semana. Y casi se había besado con él. Le confesó tantas cosas... Oh! Y al parecer había coqueteado con él. Perfecto, Tomlinson, te mereces un jodido premio.

"Maldita sea, Louis. No te puede gustar. No te gustó abrazarlo. No te gustó tenerlo cerca. No." Repetía una y otra vez.

"Vaya, vaya... ¿Que tenemos aquí?" Flo apareció de brazos cruzados caminando hacia él. "Tal vez... ¿un marica?" A Louis esa frase le causó repugnancia. "Vamos, dilo. Te gusta. No puedes esperar por tenerlo en tu cama. Digo, no de la manera que lo acabas de tener, claro." Se había arrodillado al lado de la cama acariciando el brazo del castaño y causándole escalofríos.

"Escucha, no necesito consejos ni comentarios de tu parte. Bastante ya me has jodido la vida, zorra. Tu molestosa voz es el último sonido que quiero escuchar." Estaba recostado de lado, apoyado de su codo con el ceño fruncido. Flo en serio lo enojaba.

"¿Y cual es el primero? ¿Harry gritando tu nombre? ¿O sus gemidos? Oh! ¿Tal vez gritandote y pidiendo más?" Estaba riendose en su cara. En serio le gustaba volver a Louis loco.

"¡Ya basta! ¡Tuve suficiente de tu parte!" Ya no estaba susurrando. Estaba hablando un poco más alto de lo que normalmente hablaba. "No juegues con Harry. Al menos su amistad y compañía es mas real que tus labios y pelo azul." Salió de la cama para buscar ropa a rápida velocidad y dirigirse al baño.

Para su suerte, nadie estaba en el pasillo. Pudo escuchar la televisión encendida, asi que alguien estaba despierto. Cerró la puerta sin cuidado alguno y cuando estaba adentro, se tiró al piso, aterrado.

Todo lo que Flo dijo, lo había imaginado. Había imaginado a Harry gritando y gimiendo su nombre, con los rizos despeinados pegados a su frente por el sudor. Lo había imaginado todo. Y tan pronto trató de sacar esos pensamientos de su cabeza, notó el bulto que se estaba creando en sus pantalones.

<<Oh no, esto no es bueno>>, fué lo único que pudo pensar para tratar de bajar el prominente bulto.

Con su puño cerrado acompañado de un gruñido y saliva, le pegó a la pared que estaba cerca para sentir que descargaba su enojo. Al parecer, estaba empezando a dudar de su sexualidad. Y no le agradaba en ningun sentido.

Esquizofrenia | Larry Stylinson |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora