One

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—Guarda tus juguetes —demandó JunMyeon con el ceño fruncido, de brazos cruzados y voz cansada.

—No —respondió el pálido chico, antes de transformarse en un pequeño pero esponjoso gato blanco, y salir corriendo de allí, a la habitación de su dueño.

JunMyeon se tomó del puente de la nariz con su dedo índice y pulgar, antes de caer de bruces sobre el sofá que estaba detrás de él.

"Ama a tu gato" decían

"Son hermosos y adorables" decían

"No hacen nada" decían

"No son complicados de manejar" decían

—Todos dicen pero nadie sabe...

Con todo el pesar y cansancio del mundo, se levantó. Se dirigió hacia la esquina de la sala donde agarró la caja donde se guardaban los juguetes. Paseándose por el lugar y a veces tropezando, logró recoger y guardar cada juguete en la caja. Tuvo que hacer equilibrio con dicha caja en las manos hasta llegar al cuarto de juegos de su gato y dejarlo en su estante.

Una vez bajó de la pequeña escalera, se paró en medio de la habitación, dio una vuelta de 360 grados, mareándose en el momento en que se detuvo. Dio un vistazo rápido a su alrededor, y ahora que lo analizaba, había comprado demasiado cosas para SeHun, incluso hasta llego a gastar un sueldo entero con tal de complacer a su pequeño gato.

Lo más gracioso de todo, es que había contratado a su amigo ChanYeol para hacer el cuarto de SeHun, y a BaekHyun; el novio del alto, para que hiciera la decoración.

Se sentía demasiado ansioso cuando MinSeok -el veterinario- le había informado a través de una llamada que su solicitud había sido aceptada, estuvo tan feliz que pensaba en mudarse a una casa con jardín abierto con tal de que su gato tuviera todo el espacio libre para correr, pero MinSeok le había dicho que SeHun era un gato hogareño, prefería lugares tranquilos y cerrados antes que ruidosos y abiertos. Y para JunMyeon eso estaba bien.

El lunes por la mañana, JunMyeon estaba ligeramente triste, porque la hora en la que le habían dicho que llegaría MinSeok con su gato, había pasado hace media hora. Y ahora es cuando se ponía paranoico, imaginando que tal vez habían revocado su solicitud o MinSeok había decidido no dárselo por haber matado una planta la semana pasada, tachándolo de inútil e incluso pudieron haber secuestrado a su pequeño gato por ser demasiado hermoso.

JunMyeon no había visto el cual seria su mascota pero imaginaba como podía ser. MinSeok había decidido que él, seria el que lo eligiera porque sabe más de gatos que cualquiera y con ayuda de su acompañante JongDae, seria más fácil elegir el adecuado. Aunque a veces JunMyeon creía que entre esos dos había algo más. Claro, que ese pensamiento seria más razonable si JongDae fuera un humano y no un gato. A veces se reprendía por tales pensamientos pero no podía evitarlos.

Antes de que siguiera con sus conjeturas extrañas, el timbre de su departamento sonó en la silenciosa residencia. Como si su alma se fuera en ello, sus pies corrieron hacia la entrada y su mano ansiosa tomó el picaporte de la puerta abriéndola apresurado, encontrando solamente a MinSeok con una brillante sonrisa, una canasta entre sus brazos y dentro de ésta una manta blanca con un pequeño bulto envuelta, mientras en su hombro derecho descansaba su transportador de gatos con JongDae dentro quien en ese momento dormitaba.

—Buenos días, Junnie

—¿Y mi gato? —preguntó, echando un vistazo hacia afuera. MinSeok río ligeramente divertido.

—¿No lo ves? aquí está —JunMyeon volvió a su posición anterior, viendo como la mano de MinSeok desenvolvía la manta del pequeño bulto— ¿no es hermoso?

Un Complicado Catboy ↪SeHo↩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora