El día en el que comenzó mi infierno fue un lunes en la mañana, todos odian los lunes y yo no era la excepción, es como si un odio colectivo se transformara en día, ese mismo día tenia que abordar un vuelo muy especial, uno que salia a las 7 de la mañana, y como los pasajeros habituales sabrán, uno debe de estar en el aeropuerto no menos de dos horas antes para evitar desagradables sorpresas; como una habitual cancelación de vuelo o simplemente por un retraso del mismo, ese tipo de cosas que todos odian y sobretodo las odian en los lunes.
Estaba aun oscuro cuando la alarma sonó, inundando la habitación de un canción vieja que antes solía gustarme, la única razón por la cual no la cambiaba era porque cumplía su función, lo cual en ese día no fue la excepción. Desperté en la habitación del hotel en el cual me había alojado un día antes, estaba ubicado enfrente del aeropuerto, muy caro por cierto, vi la hora y decidí apresurarme y vestirme lo mas rápido posible, tenia que partir, y pronto.
Mire alrededor de la habitación y solo veía montones de ropa sucia que estaban podríamos decir: "demasiado usada" por toda la acción de anoche, mire por ultima vez el hoyo en la pared y seguí adelante con mi viaje << ese hoyo...>>. Con mi maleta en mano dispuse a tomar el ascensor, cuando se abrió la puerta entre y presione el botón de la planta baja, tal fue por la típica música alegre del ascensor pero yo ese día estaba feliz.
Legue al lobby, entregue mi llave de hotel y continué mi viaje al aeropuerto, quería ahorrar así que no dude en ir caminando al aeropuerto, incluso cuando me había alojado en el hotel mas cercano el camino al aeropuerto era inmenso, me tomo media hora poder llegar, y otras dos horas y media mas de espera para mi vuelo. Ya eran las 10 de la mañana cuando apenas estaba subiendo a mi vuelo, me toco en los asientos de atrás un poco después del medio, era un avión pequeño -por no decir económico- por lo que uno podría ver a todas las personas si se parara, desde la cabina hasta los asientos de atrás.
Camine hacia mi asiento, pero algo me distrajo, algo que yo consideraba majestuoso, un mujer que apenas venia entrando al avión, era morena sin ser precisamente una persona de color, su cabello una combinación de rizos lacios castaños, su cara un ovalo perfecto con ojos color avellana pero sin duda lo mejor de todo eran sus ojos color avellana que combinaba con su hermosa sonrisa y me hacia sentir que era purificado de mis pecados, sin duda un ángel,la mujer que tanto desee, la que necesitaba <<la que necesitaba...>> Sin quererlo llame su atención, me le había quedado mirando mucho tiempo y ella como cualquier persona normal se percataría que la estaba mirando, ella volteó y me respuesta como un hombre adulto fue intentar ocultarme detrás del asiento de enfrente, pero como siempre fui demasiado torpe y tropecé con mi propio maletín- una traición que me dolió en el alma- y caí de rodillas, rojo como tomate me levante y me senté en mi asiento, la peor parte fue ignorar las miradas de todos en el vuelo así que me vi forzado de mirar a la ventana.
-¿Esta bien?- me dijo una voz dulce que provenía de una mujer. Me voltee y era ella, la hermosa mujer.
-si - dije mas rojo que antes con las rodillas dolidas.
-¿seguro? creo que te diste muy duro- y tenia razón, el ruido que provoque al caerme había retumbado por todo el avión.
-descuida me caigo muy seguido y mi cuerpo ya se acostumbro
-Entonces eres algo torpe- hecho una risa pequeña mientras sonreía
-Se podría decir, creo que es por eso que mi madre me solía llamar su niño especial- sonreí un poco mientras ella se echaba otra carcajada.
-Jennifer- dijo mientras estiraba el brazo derecho amen de un apretón de manos
-Jammie-conteste correspondiendo su apretón de manos solicitado mientras sonreía. Desde ese punto no deje de sonreír durante el viaje
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La torre-La Obsesión
HorrorVida, muerte y resurrección, las tres leyes de la vida humana impuestas por dios, nada ni nadie puede quebrantarlas, nada excepto la torre.