Corrían los años sesenta, Berlín, Alemania, cuando ocurrió algo insospechable.
Oliva era una chica no muy amigable,... A la que le gustaba vestir con ropas oscuras y no muy llamativas.
Oliva vivía con su hermana pequeña, de unos cinco años y su madre. De su padre ya no sabían nada.
Su madre siempre les cuenta que, algún día, aparecerá por esa puerta y les llevará a un lugar mejor.
Una mañana fría como otra cualquiera, sin pleno aviso, un muro de diámetros inimaginables separaría Berlín en dos.
Olivia, su hermana y su madre intentaron escapar, pero ya había sido demasiado tarde.
Unos soldados abatieron a tiros a su hermana y a su madre por la espalda, pero Olivia, aunque no consiguió cruzar, consiguió salvar la vida.
Ella ya no sabía que hacer; todo lo que apreciaba, todo lo que quería, aquellos soldados habían acabado con ello.
Pasados dos años de aquella catástrofe, en un nuevo intento de escapada, Olivia fue apresada y fusilada en el mismo sitio en el que acabaron con la vida de su familia.
FIN
