Aquel Maravilloso Día

Aquel Maravilloso Día #1.

Furihata Kouki.

"El día en que nos conocimos"

Kuroko me había invitado a ir con él y Kagami a una especie de "reunión" con sus amigos de Teiko. Intenté rechazarlo todo lo que pude, pero él siguió insistiendo.

-¡No podría estar más fuera de lugar!-le decía yo.

-Eso no importa, no quiero que te quedes sólo aquí.-me contestaba él.

-No tiene importancia para mí el quedarme sólo algunas horas, Kuroko. Enserio, no hace falta que te preocupes.

Durante ese tiempo solía compartir departamento con la Luz y la Sombra de Seirin. Ni yo tengo idea de cómo llegamos a eso. Como sea, tenía muchas razones para no ir con ellos a ver a la gran Generación de los Milagros. Una era la inevitable incomodidad; la otra es que no conocía a nadie; y la lista seguía.

Pero Kuroko no se rindió y recurrió a su "arma secreta", esos malditos ojos de cachorro...

-Por favor, Furihata-Kun..

-¡Bien, bien! Pero quita esa cara.

Terminé aceptando el ir con ellos ese fin de semana, pero me prometí a mí mismo no volver a caer en el mismo truco. Ni aceptar otra invitación como esa.

Cuando llegó el día no pude evitar temblar todo el camino hasta el Maji Burguer donde nos reuniriamos con los demás. Seguía sin entender porqué Kuroko me quería allá, es decir, ¡yo no era parte de ese grupo! ¡De ninguna forma podría llegar a serlo tampoco!

-Tranquilo, Furi.-Kagami me dió un "ligero" golpe en el hombro-. Sólo son unas horas; podrás hacerlo. No tienes porqué temer.

En realidad, si tenía porqué.

La Generación de los Milagros ya daba miedo de por sí; excepto Kise Ryouta, él no me asusta tanto como los demás. Es demasiado simpático para asustarme.

Apenas entramos pudimos localizarlos, llamaban mucho la atención con esos cabellos de colores. En fin, nos acercamos a ellos y comencé a temblar y preguntarme si se tiñen o esos colores son naturales.

-¡Kurokocchi! ¡Kagamicchi!-los saludó Kise con una gran sonrisa, la cual se ensanchó más al recaer en mi presencia- ¡Tú eres Furihatacchi, ¿verdad?!

Kuroko asintió en señal de que me presentara.

-S-soy Furihata Kouki. ¡U-un gusto conocerlos!-hice una reverencia aún temblando de nervios y miedo.

-Kuro-Chan nos ha hablado de tí.-habló un chico peli negro sonriente-. Takao Kazunari, un placer.

Asentí. Las palabras no salían de mi boca y sentía la garganta seca.
Nos sentamos junto a los demás. Yo quedé junto al rubio sonriente, por lo cual tuve que soportar sus chillidos, risas de por más alegres y quejidos por los golpes que recibía del chico peli azul que se encontraba a su lado.

-¡Oh, él es Aominecchi!-me lo presentó-. Es mi novio.

Abrí mis ojos más de la cuenta, sorprendido. Miré a mi alrededor, a los demás miembros de la Generación de los Milagros, y me dí cuenta de algo inesperado.

Todos tenían pareja, lo cual no estaba mal, pero se trataban de hombres al igual que ellos.

Me pareció un tanto gracioso ya que, según Kuroko, la mayoría era bastante popular entre las chicas.

-Aomine Daiki.

-U-un gusto.

Con el transcurrir de los minutos pude aprenderme el nombre de todos en aquella mesa; tambien memoricé quién era pareja de quién. Al final, me relajé totalmente y tomé confianza con ellos; no daban tanto miedo en realidad, sólo en apariencia.