Lo había visto pasar tantas veces que había perdido la cuenta, había estudiado su rostro desde la distancia, sus gestos, la forma en que caminaba, como el viento jugaba con su cabello y había tenido la fortuna de ver su sonrisa que lo dejó sin habla por tanta belleza mostrada en segundos, dejándole noches de insomnio pensando cómo sería la melodía de su risa o la de su voz, como sería mirarle a los ojos, como sería estar junto a él.
No sabía su nombre y mucho menos quién era pero dejó de importarle cuando el verlo pasar por la florería se convirtió en su hora favorita del día. Esperaba el día en que dejara de ser un cobarde e intentara hablarle pero sabía que no sucedería porque siempre había sido así.
Una mañana cuando su rutina de pasar a la florería y hablar con el agradable empleado tuvo un nuevo acontecimiento supo que ya no sería igual cuando olió los narcisos.
"¿Me dirás quién ha sido?" la sonrisa no sé le podía borrar del rostro.
"Lo siento Yoongi" el florista le guiñó un ojo "Será anónimo hasta que esa persona se digne a decírtelo".
Y después de los narcisos cada día era una flor diferente en algunas ocasiones de cierta forma la flor tenía el significado de cómo se sentía, por ejemplo el día de los resultado de su examen recibió iris azules que significaban noticias placenteras. Le encantaba.
Un miércoles por la mañana sus mejillas habían adoptado un rosa delicado y hermoso al recibir la pequeña maceta con las campánulas lilas que significaban coquetería, en el momento que salió de la florería aún con ese carmesí en las mejillas chocó con alguien.
Y no era cualquier persona.
"Lo siento ¿estás bien?" esa voz, esos ojos y esa mirada.
Se olvidó que era respirar.
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Agradezcan a Min Yoongi por ser un año más viejo y animarme a subir el capítulo.
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