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Cada momento que pasaba con JungShin, era el momento más lindo y tenía sentimientos confortantes, por supuesto que no tenía otros sentimientos estando con él...o eso quería creer.

- ¿Estas bien? -me pregunta JungShin sacándome de mis pensamientos

- Creo que tengo hambre

- Hay algo que no sabes, soy un chef profesional

Nos reímos y fuimos al supermercado para comprar los ingredientes que íbamos a usar. Al regresar ambos nos dispusimos a preparar la comida, pero sin darnos cuenta dejamos la tarea de lado para tener una sesión de besos, besos que iban subiendo de tono.

- Oye, algo esta hirviendo, y no eres tú -dije haciendo referencia a la comida

- Eso puede esperar

- No creo cariño

Me separé de él y fui a la cocina, probé un poco y sabía delicioso.

- ¡Vaya que eres bueno para esto!

- Claro que si, te lo dije, pero no voy a quitarte crédito por esto

- No hay de qué

Volvimos a esa candente sesión de besos.

~YongHwa~

Extrañaba tanto a Amanda, tanto que decidí ir a verla, pedirle una disculpa y quizá invitarla a cenar. Porque tal vez o tal vez no, investigué su dirección para poder hablar con ella.

Parado frente a su puerta, observé, por las siluetas, que no estaba sola, pude escuchar sus susurros y todo lo que hacían. Me sentí como un idiota, lo peor del caso es que la culpa la tengo yo, si tan solo hubiera alejado a Brisseida a tiempo, o si ella no hubiera visto nada de eso, esto no estaría pasando.

No pude soportarlo más, me fui de ahí, no sin antes escuchar un silencio.

Después de tres horas encontré un club: alcohol, música, mujeres divinas, aunque nadie igual que Amanda. Para que ella y yo estuviéramos juntos solo tenía que esperar un año. Tome toda la noche y me acosté con alguien del club soñando que era Amanda.

~JungShin~

Escuché ruido afuera de la casa, claro que ese maestro iba a venir a buscarla, pero no iba a dejar que nos interrumpiera, hice lo que pude para que malinterpretara lo que estaba pasando aquí adentro.

Cuando terminamos de cenar se creo un gran silencio, tome entre mis manos a Amanda y la llevé a la habitación, la recosté en su cama y le canté para que pudiera dormir.

- Jung -dijo entre dormida

- Dime

- Te extraño...

- Estoy justo a tu...

- YongHwa te extraño mucho

Y durmió, ella no dijo más, pero dolió como una puñalada, una que me daban en la espalda por la persona que más quería.

Levanté la mesa y acomodé todo en su lugar. Salí de ahí tratando de entender por qué tenia que ser yo su segunda opción y sin entender porque tenia que quererlo a él.

Durante el camino vi a un sujeto que se parecía mucho a YongHwa, iba a llevarlo a casa, parecía muy ebrio, pero una mujer se le acercó, lo llevó a un hotel y ya no pude seguirlo.

~Por la mañana~
~YongHwa~

Desperté en un hotel a lado de una prostituta ,y fue ahí cuando me di cuenta de lo que había echo ,todo por intentar tener Una Buena Noche.

OTRA OPORTUNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora