Nuestras Manos Eran Una

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Hoy he sentido como tus dedos enlazaban con los míos.

Sin motivo alguno agarré tú mano y tú tomaste la mía.

Acto seguido nuestras miradas se cruzaron,

Nuestras manos estaban enlazadas.

No quería soltarte y mucho menos dejar de mirarte.

Pero lamentablemente la imagen se fue desvaneciendo,

Como sí de una tormenta de niebla se tratase.

Segundos después no había rastro de aquello.

Me hallaba sola en mi habitación,

Al parecer me había quedado dormida.

Solo fue un sueño,

Un sueño del que me hubiese gustado no despertarme.

Lo Difícil Qué Es Decir Te QuieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora