Te Quiero, Vuelve Conmigo.

Prólogo

-¡Te dejo! Ya no te quiero, nunca te he querido. Lo he pensado toda la noche, y es la verdad -Me decía ella mientras me miraba a los ojos, con la expresión muy seria-. Basta ya, lárgate de mi casa y no vuelvas más, ¡vete, vete! ¡DÉJAME EN PAZ ALBERTO!

De repente me despierto. Me siento en el borde de la cama, con la respiración entrecortada, sudores, y la cara llena de lágrimas.

-Estaba teniendo una pesadilla... -Me digo a mi mismo, hablando lento, mientras me seco la cara de mis lágrimas con la mano.

La almohada esta mojada, llena de mis lágrimas.
Abro la ventana y subo la persiana para coger aire. No puedo respirar, me falta el aire, y mientras tanto no dejo de pensar en ella, en todo lo que estamos pasando, y en que la perderé para siempre muy pronto.
Cojo el teléfono, y marco el número de mi madre.

-Si no me tranquilizo bajaré al centro de salud.

Tengo la suerte de tener el centro de salud (también le llamo «el médico», o urgencias) justo frente a mi edificio.

Con el teléfono en la mano, y su imagen en mi mente, no puedo evitar poner fotos de ella. Se que no es el mejor momento, pero no puedo evitarlo.
Entro en la Galería de fotos, y elijo la carpeta con su nombre, «Gemi». Pulso Presentación, para que las más de 800 fotos vayan pasando solas y aleatoriamente. Y empiezo a llorar de nuevo.

Son las 6:21 de la madrugada, me desperté sobre las 4. Hasta ahora he estado viendo una y otra vez sus fotos, me encanta...es tan perfecta...tan linda...tan hermosa...tan buena...tan todo. Ella es la única persona que me hace sentir así de especial, no puedo perderla, no quiero perderla.

Me decido a escribirle un mensaje de buenos días, sí, voy a escribírselo, a ella le encanta que le de los buenos días. Hace algún tiempo que no tengo que madrugar, ya no voy al instituto, pero sigo despertándome temprano casi cada día (hay días que mis 15 alarmas no pueden conmigo) para darle los buenos días antes de que se vaya a clase.

Empiezo a escribirle un Whatsapp, pero a la mitad del mensaje paro. Creo que debería enviarle mejor un SMS.
Hoy en día un Whatsapp lo envía cualquiera, pero ¿quién envía un SMS?

Le escribo y envío el mensaje:
Para cuando te despiertes: Buenos días preciosa princesita. Espero que hayas dormido muy bien, y que te levantes con fuelza gatuna para ir a clase y aprobar ese examen. Tu puedes cariño. Te ama, tu perri. - 6:39 a.m 10/03/2016

Un mensaje no va a cambiar nada. Quizás hasta lo empeora, uno de los motivos por los que me ha dejado es porque la agobio. No lo entiendo. Llevamos 2 años y 5 meses siendo novios, salvo un mes...que no estuvimos. Nunca me había dicho que la agobiaba, y hace 2 días, de la noche a la mañana, sí lo hago. ¿Me agobiaré yo algún día por ella? ¿La dejaré para poder echarla de menos? Eso es lo que ella me dijo ayer... Que quería estar unos días sin mi, para poder echarme de menos, sin hablar, pero luego me dijo que sí podíamos hablar, y dentro de unos días volveríamos a estar juntos. ¿Si me habla, no es igual que antes? ¿No lo dejábamos para que me eche de menos? No entiendo nada. Creo que ya no está enamorada de mi, y simplemente va a probar si está mejor sin mi, cuando vea que no soy necesario en su vida, no volverá a hablarme. Y lo peor...no puedo hacer nada para evitarlo.

Me logré dormir una hora y media, son las 9:02.
No me ha respondido nada al mensaje. Ahora mismo está en clase, pero no deja de usar WhatsApp, o al menos estar en línea.
¿Soy la única persona del mundo que ve esta situación rara, y dolorosa? Algo pasa, y yo no lo sé. Por la tarde la llamaré, necesito saber que es lo que pasa.

Busco en Netflix una buena película para ver, elijo una que tiene buen resumen, aunque en los resúmenes de Netflix, parece que cuesta dinero poner cada palabra, siempre son muy cortos.
Me decido a ver «Los próximos 3 días».

Muy buena película. Trata sobre cómo un hombre, trama un plan increíble para sacar a su mujer de la cárcel, la cual está en prisión por un delito que no cometió. El amor, que todo lo puede... Hacerte inmensamente feliz... O destrozarte por completo... A ratos...

No tengo nada de hambre, tengo un nudo en el estómago hace 3 días. Ayer cene media tortilla francesa muy fina. Aparte de eso, no he comido nada más...bueno sí, un cruasán a la hora de merendar ayer. Me está llamando mi familia para comer, pero no me encuentro bien, no tengo ganas... Quizás más tarde...

Son las 16:41, no he activado Internet en el teléfono desde que le envié ese mensaje. La necesito, voy a decirle algo por WhatsApp, seguro que me habrá contestado al mensaje, o me habrá dado las buenos días.
Al abrir WhatsApp, no tengo ningún mensaje de ella. Me falló mi intuición.

[10/3 16:42] RIZ: Estaba... Seguro de que me habrías hablado
[10/3 16:43] Mi Gemi: Tranquilo...
[10/3 16:43] Mi Gemi: Alberto para ya..
[10/3 16:43] Mi Gemi: El domingo nos veremos

El dolor por amor supera al de cualquier enfermedad que haya padecido. Me duele el pecho, se me cerró el estómago, y me quedé sin saliva. Me encuentro fatal. La amo muchísimo. No he sido tan malo... ¿por qué a mi?

No tengo casi ninguna esperanza de verla más. Además ella vive en Huelva, yo vivo en Isla Cristina, un pueblo a 45Km de allí. Es difícil que me la encuentre por la calle algún día suelto que yo vaya para allá... Tampoco iría, no puedo, lo pasaría fatal al ver todos los sitios en los que estuve y pase tan buenos momentos con ella... Pensar que no tiene claro ahora mismo si quiere seguir pasando esos momentos conmigo... Me mata.

En estos momentos, cuando ella piensa si volver o no conmigo, me gusta recordar como empezó y como ha ido sucediendo todo... Ha salido tan perfecto.

Todo comenzó un 11 de mayo de 2013...

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Pronto el primer capítulo. Esta historia es real totalmente, siempre he querido escribirla, y compartirla. ¿Qué mejor historia de amor que la mía misma? No. No sólo es por eso. Sigue la lectura y te darás cuenta que mi historia (nuestra historia, Gemi y Alberto) no es como las demás... Aunque realmente hasta el final del todo no sabremos ni ustedes ni yo, lo que pasará entre nosotros. Gracias por leer.

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