1; pequeña fiesta.

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— Oh, ¡vamos Marinette, es solo una pequeña fiesta!— Alya rogó haciendo ojos de cachorrito para poder convencer a su mejor amiga de algo casi imposible.

Era viernes por la noche, Alya se encontraba en el departamento de Marinette tratando de hacer que ella aceptara ir con ella a una fiesta, en sí grande. La castaña necesitaba mentir para poder convencerla, esperaba que funcionara.

De verdad tenía muchas ganas de ir, por favor. ¡Era una fiesta de universitarios! Habia estado hablando de eso toda la semana, Marinette ya agotada de ello.

Y se merecían un bendito descanso de todas las tareas de su universidad, por qué vaya, eran demasiadas. Y eso que acababan de entrar.

Lo bueno fue que quedaron juntos, los cuatro.

— Alya, ya dije que no— Marinette volvió a negar, con la cabeza. La chica hizo un puchero con sus labios, para después pensar en algo que haría que Marinette aceptara.

— Adrien estará ahí...— canturreo, Marinette no se inmutó.— Y habrá muchas chicas que querrán pegarse a él o algo peor.

Marinette reaccionó rechistando, odiaba cuando su amiga tenía razón.

Confiaba en Adrien, demasiado. Su relación era increíble, llena de confianza y amor sincero. Si, como leyeron bien, relación.

Los dos ya habían revelado sus identidades hace unos meses y desde ahí los dos nunca pudieron separarse, claro, a escondidas. El mundo aún no sabia de ellos, y ellos dos pensaban seguir así.

Había sido difícil por qué cuando entraron a la prepa los sentimientos de Marinette crecieron cada vez más y más, era como si no pudiera callarlo. Adrien había empezado a fijarse en ella cuando tomaba una actitud al igual que la de su Lady, y el hecho de que ellas era la misma persona le encantaba.

Marinette sabía que Adrien estaría en la fiesta, pero no podía dejarlo ahí con un montón de chicas a su alrededor.

— Solo por eso iré.

Alya chilló de emoción y le dio un sonoro beso en la mejilla haciendo que la chica de pelo azabache riera un poco por su actitud.

Ni siquiera los mejores amigos de Adrien y Marinette sabían de lo suyo, seguían con la idea de que Marinette estaba locamente enamorada de él y que Adrien no sentía nada por ella. Estaba en lo correcto con ella pero con el no, estaba igual o peor que Marinette.

— ¡Vamos a cambiarte, rápido!— Marinette se ofendió, Alya sonrío.— Vamos a una fiesta, linda, debes usar algo sensual y atractivo.

"¿Qué?" Pensó Marinette con miedo.

Y se pasaron los siguientes minutos viendo que se veía mejor en Marinette, que resaltaba con sus ojos y ceñía bien sus caderas, Alya quería que sus piernas largas y delgadas se vieran a la vista de todos.

Marinette se vio en el espejo, tenía un vestido rojo ceñido al cuerpo, corto y provocativo. Los tacones negros y altos lucían sus piernas. Su cabello ya suelto  caía por sus hombros, acentuando su rostro.

— Y ponte esto en los labios, es un labial rojo— se lo pasó, Marinette sonriendo para después aplicárselo. Siendo sincera, le quedaba bien.

Sabía que con todo ese atuendo iba a impresionar a Adrien, quería ver su reacción. Pues ella sabía el poder que tenía sobre el.

— ¡Ya es hora de irnos, vamos Mari!— Alya apresuró a su amiga.

Ella también iba muy bien. Un vestido negro casi igual al que el de Marinette y unos tacones plateados.

Pequeña fiesta |Adrinette, OS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora