Todos se reunieron alrededor de la cabaña y entraron poco a poco, de uno en uno. Leslie tosió nada más entrar y salió rápidamente.
—¡QUE ASCO! CUANTO POLVO. Yo no puedo estar aquí.
El resto entraron y lo primero que hicieron fuero abrir las ventanas para que entrara claridad. Todo el interior de la cabaña estaba cubierto de polvo. No había luz, pero se podía observar el interior de la cabaña. Había un sillón junto enfrente de una pequeña chimenea, una pequeña mesa de madera y dos sillas. También había un pequeño armario en una esquina. Jason abrió el armario. Todos se quedaron asombrados de lo que había dentro: varias escopetas y pistolas, algunas hachas y diferentes tipos de navajas y puñales. También había una caja llena de balas para las armas de fuego.
—Lo mejor será que vayamos fuera y planeemos lo que vamos a hacer. —Dijo Cris. —Hay que limpiar esto y habrá que buscar agua y comida.
Se reunieron en semicírculo enfrente de la cabaña y planificaron lo que harían.
—Muy bien. Tenemos que dividirnos en cuatro grupos. Unos buscarán agua, otros comida, otros leña y otros se quedarán limpiando la casa para que quede habitable.
—Yo sé poner trampas para cazar animales. —Anunció Jason.
—Y yo conozco varios tipos de plantas comestibles. —Dijo Cris.
—Y buscaré fruta. —Aclaró Bella.
—Bien, yo iré a buscar agua, a ver si hay algún rio cerca. Tiene que haber agua por alguna parte. —Dijo Leslie. —¿Quién viene conmigo?
—Yo voy también. —Anunció Sam.
—Y yo. —Dijo Alex.
—Buscaré leña, me llevaré un hacha y intentaré talar algún arbusto pequeño y traer el tronco. —Dijo Selena.
—Voy contigo. —Anunció Jade.
—Yo también. —Aclaró Ginny.
—Bien, el resto nos quedaremos limpiando la casa. Llevaos todos una navaja, puñal o cuchillo por si acaso. Y vosotras tres, llevaos hachas para cortar la leña. —Dijo Phoebe. —Y no vayáis muy lejos. Volved en una hora aproximadamente, a las ocho y media todos en la cabaña. Tened mucho cuidado.
Y dicho esto, cogieron el material: Cris, Jason y Bella llevaron navajas y puñales para ir a buscar comida. Leslie, Alex y Sam un cuchillo y todas las botellas que tenían del viaje en avión: en total, 15 botellas de 1,5 litros que llevaron en tres bolsas diferentes. Selena, Jade y Ginny cogieron tres hachas que no pesaban mucho.
Phoebe, Ann, Marc y Josh se quedaron limpiando la casa. Usaron ropa para quitar el polvo y crearon una escoba con hojas de palmera para barrer el suelo.
Jason puso varias trampas para conejos y ardillas por los alrededores de la cabaña. Cris encontró arbustos con bayas y frutos comestibles y Bella halló tres cocoteros con varios cocos, algunos de ellos caídos en el suelo. En media hora los tres volvieron a la cabaña con una bolsa llena de frutos y bayas y con 12 cocos.
Leslie, Sam y Alex tuvieron que andar más de un kilómetro para encontrar agua. Vieron un pequeño riachuelo que seguía posiblemente hasta desembocar al mar. Decidieron que mañana con más tiempo seguirían el río hasta descubrir dónde nacía y así poder hallar un lago o alguna cascada donde bañarse. Llenaron todas las botellas y volvieron a la cabaña pasados tres cuartos de hora desde que partieron en busca de agua.
Por desgracia, a Jade, Ginny y Selena no les resultó tan fácil encontrar un lugar dónde cortar leña de pequeños árboles o arbustos. Tardaron cuarenta y cinco minutos en hallar un espacio rodeado de arbustos. Las tres se pusieron a talar los troncos y quitarle las hojas a las ramas. Pasados cinco minutos, Ginny escuchó un ruido proveniente de unos arbustos a sus espaldas que Jade aclaró que solo era el viento. Siguieron cortando leña, pero escucharon de nuevo otro ruido: como si alguien estuviera moviéndose entre los arbustos. Tenían la sensación de que alguien las observaba, pero se convencieron de que sería algún pequeño animal. Cuando de repente algo saltó de detrás de los arbustos y fue corriendo a cuatro patas hacia las chicas. Las tres gritaron muy fuerte, más que suficiente para que las oyera toda la isla. Fuese lo que fuese esa cosa, tenía el tamaño de una persona normal, parecía humana, una mujer, pero también parecía endemoniada. Llevaba el pelo castaño muy largo. Corrió hacia las tres chicas y saltó.
—¡COMIDA FRESCA PARA SARAH!
Antes de que a ninguna de ellas pudiera coger el hacha para defenderse, el ser endemoniado saltó hacia Jade y empezó a morderla y a comérsela. Jade gritaba de dolor y Selena y Ginny gritaban pidiendo ayuda mientras las dos cogían sus hachas y las dos se la clavaron a “Sarah” en la espalda. El ser caníbal cayó de lado, pero seguía viva, jadeando. La dejaron tirada en el suelo y prestaron toda su atención en Jade, que también jadeaba. Le faltaba parte de un brazo, una oreja y una parte de la cara. Había perdido muchísima sangre y jadeaba con los ojos perdidos. Selena y Ginny lloraban y le sujetaban las manos: sabían que no podían hacer nada para salvar a Jade. Le sujetaron fuerte las manos mientras sus ojos se perdían en el cielo y su respiración llegaba a su fin. Justo en ese momento llegaron el resto de los chicos corriendo. Todos ahogaron gritos al ver el cuerpo sin vida de Jade y a “Sarah”, la caníbal, jadeando fuertemente. Ginny le cerró los ojos a Jade y Selena le quitó el hacha de la espalda a Sarah y esta jadeó por última vez. Algunos lloraban, a otros no les salían lágrimas y otros estaban demasiado conmovidos para hacer nada. Josh cogió la leña y la metió en la bolsa. Entre todos, cogieron los dos cadáveres y se dispusieron a llevarlos a la cabaña. Durante el trayecto, nadie dijo nada, absolutamente nada.