Parte 1

756 75 10
                                    


La idea de esta historia es de mi amiga Linna. Me la contó por teléfono y yo se la hice (?). Así que, todos los créditos a ella por su imaginación <3.

Obviamente esto va dedicado a ella.





-



En días así, no aguantaba las horas de descanso, los momentos en que debían compartir todos solos, cuando no había cámaras alrededor, cuando no había público que los siguiera. Odiaba cuando tenía que lidiar con su genio, sin tener ninguna otra excusa que "La tolerancia hacia los demás".

Estar en ese sillón, en medio de la sala, junto a Jonghyun y a Jinki, lo estaba matando a una velocidad vertiginosa.

Suspiró y revolvió los ojos con impaciencia, intentando calmar sus impulsos iracundos dirigidos al idiota fastidioso que estaba a su lado: tocándolo, acariciándolo, haciéndole bromas. Trataba con todas sus fuerzas de contenerse, repitiéndose una y otra vez que el otro no tenía la culpa, que dentro de sus virtudes no se encontraba la del sentido común, y que no era una persona tan estúpida. Se lo repetía una y otra vez, una y otra vez.

Pero él volvía a hablarle, a contarle historias que no le interesaban, a llenarlo de información gratuita e inútil. Y ya no podía resistirlo. Ya morderse los labios no conseguía acallarlo, ya nada podía detenerlo; Jinki le hablaba, le hablaba, le hablaba...

—¡Cállate de una maldita vez! ¡Cierra tu estúpida boca de una vez por todas!— gritó, completamente fuera de sí, incapaz siquiera, de respirar debidamente; no podía, no quería. Estaba harto—¿En qué jodido mundo vives, eh? ¡Cómo es posible que no seas capaz de comprender cuando a alguien no le agradas! ¡Cómo puede ser que no entiendas que no das risa... que no caes bien!

Su voz salía desafinada, alterada, incomprensible. El control se había perdido por completo y necesitaba con definitiva urgencia, que el otro fuese capaz de comprenderlo. Que lo escuchase de una buena vez. Que no sea tan idiota.

Mas Jinki, tan shockeado como Jonghyun, lo miraba atónito. Con los labios entreabiertos, incapaz de pestañar.

—¿Por qué me miras así, eh?—continuaba replicando furioso, son esa voz cegada e irreconocible por la ira —¿Por qué no dices nada? ¡Es que acaso no has entendido nada de lo que te he dicho!

La respiración de Kibum estaba desbocada; él temblada de rabia, de emoción. Era como si una chispa hubiese chocado contra un hálito de gas, haciendo que todo explotara finalmente; quemando todo a su paso y a gran velocidad.

Jinki sólo seguía inmóvil, dando la impresión de que su piel no tuviese la capacidad de sentir el fuego que la estaba consumiendo y destruyendo rápidamente. Y eso no hacía más que exasperar aún más al menor, haciendo que su molestia creciera casi exponencialmente, provocándole jaqueca y ganas de golpearlo. Incluso cuando, anteriormente, había dicho que con violencia no se resuelve nada.

—Lee Jinki—siguió, con la voz rozando cada vez más la locura— eres un estúpido. No quiero ya saber, si me estás entendiendo o no, pero más vale que así sea. Porque escucha esto: No-te-soporto.

Jinki pestañeó una vez, cortándole por un segundo su impulso, pero luego al no mostrar indicios de querer hacer algo más, hizo renacer el ímpetu humillador en el cuerpo de Kibum.

{SHINee} Porque así esDonde viven las historias. Descúbrelo ahora