Cuando entro....
-¿chloe Johnson?
-s...si- digo algo embobada, simplemente era perfecto! Tenia unos ojos azules hermosos, una sonrisa ¡que dios! Y un cuerpo muy trabajado, según lo que me contó mi padre tiene 27 año pero no lo aparenta.
-¡hey Chloe! ¿te pasa algo?- me mira algo extrañado.
-ahh no, lo siento, ando algo ida- digo apenada por mi reacción.
-bueno un gusto, Cameron Smith -me extiende la mano y me sonrie coqueto - tu padre me ha contado que has tenido unos dolores, dime ¿desde cuando?
-bueno, soy porrista en mi colegio, y el dolor apareció luego de una competencia.
-vamos a revisarte, necesito que te quites la camisa por favor.
Esperen ¿que? Estaba segura de que me iban a violar! Pero con este no tengo problema....¿Que persona en sus cinco sentidos no quiere que alguien como ese tipo lo viole? Aunque si te gusta no es violación, bueno en fin me quite la camisa y me coloque en la camilla donde el me indicó, doy un salto al tacto de sus frías y grandes manos, como desearía esas manos en otro lado, observo como no quita su mirada de mis cenos me muerdo los labios y el no nota, rápidamente quita su mirada y se aleja de mi.
-Chl...Chloe colócate la camisa ya termine - dice algo incomodo, ¡no me jodas! ¿Enserio?
Me coloco mi camisa y me siento al frente del escritorio donde el está.
-bueno Chloe, el dolor que tienes es una lecion, te mandare tratamientos y te calmará bastante el dolor y la inflamación, también tendrás que venir semanalmente para unos masajes terapéuticos -me entrega un papel donde vienen los nombres de los medicamentos y los días que tengo que tengo que venir - bueno eso es todo te puedes retirar.
- esta bien, hasta luego - me levante y me retire del consultorio y tome rumbo hacia mi casa, cuando llegue no había nadie era algo típico, mis padres en la empresa y mi hermano sabrá Dios que está haciendo.
Entre a mi habitación, decidí tomar un baño luego me vestí y baje a comer algo, en eso escucho que entran mis padres.
-Hola hija- dicen al unísono, ¿siempre tienen que hacerlo? Dios lo detesto.
-Hola.
-¿como te fue? -pregunta mi madre comiendo una rebanada de pizza, sabrá Dios de donde la saco.
-bien, me mandaron medicamentos para el dolor y la inflamación y tengo que ir dos veces a la semana para unas terapias- digo sin mucha importancia.
-me alegra hija, bueno te dejo iré a dormir estoy agotada - me da un beso el la mejilla igual que papa y se retira.
Es algo tipico, ellos nunca están los veo nada mas en las mañanas un rato y luego cinco minutos en la noche.
Subo, me coloco mi pijama y me acuesto, no dejo de pensar en Cameron, dios la verdad no parece de 27 esta demasiado bueno, será algo dificil verlo y no querer follar con el, es simplemente perfecto....