Cuando llegue a mi casa después de haber buscado comida para los próximos días, pude ver que todo estaba apagado y no había nada por dentro de la casa, entre para buscar a mi familia pero no había ni un solo rastro de ellos, fui a la casa de al lado a preguntar si los habían visto pero me contestaron que se habían ido desde la mañana, fui a mi casa y me quede sentada frente la cocina en la sala en un sillón y me quede quieta, de la bolsa de comida que traía llegue a tomar un bello de pan que tenía y me lo empecé a comer, después de unas horas de esperar si volvían por mi, empecé a analizar de que me dejaron y no iban a volver por mi por ser la que siempre se rechazo, después de un rato de analizar me dormí y soñé que todo era como antes cuando no teníamos que huir y no teníamos que arriesgarnos a la muerte cada día de nuestras vidas, como eramos felices mi mamá, mi papá, mi hermana menor y yo en esos momentos, apresar de que no era la niña favorita de mama y papá, si no que lo era mi hermana menor a la que siempre protegieron y amaron más.
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A la mañana siguiente sentí cuando me tocaron el brazo y me jalaron empecé a abrir los ojos y era un hombre alto de capucha azul, con muchas medallas y un gorro azul, en mi perspectiva era un policía, el me agarro y me llevaba a un auto, yo trate de soltarme y salir corriendo pero no pude el era más fuerte que yo y me agarro más fuerte porque sabía que no me dejaría, cuando me metió en el auto, empecé a golpear la ventana pero nadie me escuchaba, el se sentó en el asiento delantero de automóvil y junto a él estaba un señor que por cierto era el conductor de apariencia rara, cuando arranco el auto me quede quieta y el policía se voltio a verme y me dio un chocolate y un jugo de manzana y me dijo:
Policía: - Toma, sin mido con confianza
Yo: - Gracias señor, respondí sería
Después de media hora llegamos a la comisaría de la ciudad, el policía me abrió la puerta y me baje el me agarro de la mano y me dijo:
Policía: - ven entra! Aquí estarás bien Entre y habían muchos polícias que me miraban como si hubiera echo algo malo, el policía me llevo enfrente de una puerta me soltó y me dijo sonriendo:
- policía: - Entra!
Abrí la puerta y había una habitación con una sola silla y una mesa y en esa misma habitación había un espejo en la pared al instante supe que era una "sala de interrogación", cuando entre el policía me dijo que ahorita me Venia a ver que no me asustara, camine hacia la silla y me senté, saque un osito que tenía dentro de mi sudadera y empecé a jugar con el, afuera se escuchó unos murmuró y me acerque a la puerta y escuche al policía hablando con una voz que no reconocí, sentí que iban a abrir la puerta y me fui corriendo a la silla y me senté cuando vi que entró el policía y se acercó a mi riéndose y sonriendo hacia mi y le devolví la sonrisa, el trajo otra silla y se sentó al la par mía y tomo el oso que tenía en la mesa y me pregunto:
