Dos Mundos Diferentes.

El comienzo de todo

Primer día de clase. Tenia miedo. Era mi primer año en el instituto y mi hermana me había dicho que en un día ya conseguías muchas amigas, que te hacías popular, que los chicos se te acercaban... Exactamente tenia miedo de eso. Yo no era como ella. Yo no era ni guapa, ni delgada, ni inteligente...

6:30 a.m. ya estaba despierta, quedaba media hora para que el despertador sonara, y antes de que lo hiciera lo apagué. Cogí el móvil, y me metí a ver las notificaciones que tenía.
7 a.m. justo en ese momento tendría que sonar el despertador, así que, me levante, fui al baño, me vestí, y fui a la cocina para desayunar. Como siempre, colacao con cereales integrales. Estaba muy nerviosa. Cuando acabe, volvi a mi cuarto, hice la cama y prepare la mochila.
Mi hermana se despertó, y paso de mi. Fue al baño, y la verdad tardó mucho. No desayunó. Ni tampoco se cogió algo para el almuerzo. Iba super guapa. Como siempre. Llevaba un vestido muy bonito y fresco, llevaba el flequillo perfectamente recto, y un maquillaje muy normalito.
Yo en cambio, iba con unos pantalones cortos, una camiseta simple, con unas sandalias a juego, y llevaba el pelo recogido en una coleta.

Salimos de casa juntas, ella se juntó con sus amigas y yo con las mías.

Ya habíamos llegado al instituto, parecía una cárcel... Entramos, y estaban unas hojas pegadas en las paredes, en las que ponía nuestros nombres para saber en qué clase nos habia tocado.
Me toco en A, con algunas de mis amigas. Ni tan mal, oye.

14:15p.m ya habíamos acabado, y estuvo muy bien. Mi tutora se llamaba Cristina, y era súper maja.
Al llegar a casa teníamos preparada la comida. Teníamos ensalada de macarrones. Me encantaban. Nuestros padres ya se iban, tenían que trabajar, yo me senté y empecé a comer. En cambio mi hermana se fue a su cuarto.
-Lauren, comete lo mio también si quieres. No tengo hambre y tengo deberes que hacer- me dijo.
-Segura? Pero... Es que es tuyo, y .. Nose..- le dije.
No me respondió, así que, cuando acabe lo mio, guarde lo suyo en un taper y me fui a mi cuarto.

A la tarde noche, oí a mi hermana salir de si cuarto u dirigirse a la cocina. Iba súper decidida, pero cuando vio que le guardé lo suyo, de enfado.
-Bua! Lauren, eres retrasada o que!? Te he dicho que te comieras lo mio. Que yo no lo quería, y vas y lo guardas, pero que coño no has entendido!!??- me gritó súper enfadada.
-Lo he guardado porque se que es tu plato favorito, y además no te vendría mal comertelo- le dije yo también enfadada.
-Es que no lo entiendes? No puedo comer eso, vamos ni eso ni cualquier otra cosa. Soy de las mas populares en el instituto, y no quiero que me llamen gorda.- dijo medio llorando
-A ver... Tranquilizate, no estas gorda, al revés estas súper delgada, tanto que la ropa de niña de 8 años te vale, y lo segundo, por eso no vas a dejar de ser la mas popular.
-Bua niña, no me rayes. No me entiendes. Y sabes, no sabía si decirte esto, pero me has puesto... Sabes que me han dicho mis amigas? Que es increíble que seas mi hermana. Dicen que estas mas que gorda y que eres una zampona, que te has comido tu almuerzo y el de tus amigas.- dijo llorando como si le importara.
No dije nada y me fui a mi cuarto.
No podía dejar de pensar en lo que me dijo y me puse frente al espejo. Me quite la ropa y me mire de arriba a abajo. Tenían razón. Estaba gorda, necesitaba adelgazar por lo menos 10 kilos. Me vestí otra vez y volví donde mi hermana. Necesitaba que me ayudara a adelgazar.

Mi vida cambió por completo.