Lo conseguimos

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Fui a donde mi hermana, ella estaba sentada en la silla llorando. Cuando vio que me acerqué, me abrazó.
-Annie, necesito que me ayudes a adelgazar 10 kilos. Tenias razón. Estoy gorda.- dije.
-Estas segura?- dijo mas calmada.
-Si. Me he mirado y el espejo no miente.- dije.
-Vale. Lo bueno de esto, es que papa y mama trabajan desde la mañana hasta la noche, y es sencillo adelgazar en poco tiempo.-dijo como una experta.-Vale, lo primero si quieres adelgazar, cual es tu meta.-preguntó como si lo de adelgazar lo fuera a hacer ella.
-43 kilos. De momento.- dije.
-Vale. Lo único que tienes que hacer es, no desayunar, no almorzar, no comer si puedes, si te entran ganas, come, pero luego vomitalo. Bebe mucha agua durante el día, y si tienes hambre también puedes comer chicle, sin azúcar claro.- dijo mientras me lo apuntaba en un cuadernito.
-Madre mía, cuanto sabes. Vale, pues entonces desde hoy, manos a la obra.-Dije ilusionada.

Llegó la hora de cenar. Nuestros padres nos habían dejado preparado una tortilla. Y Annie cogió su plato y lo tiró, así que, yo hice lo mismo, aunque me entraran muchas ganas de comerlo.

No sabía que hacer, así qué, cogí el móvil y fui al salón. Mientras, Annie estaba en su cuarto, escogiendo nuevos looks, creando peinados... En una semana se iba a ir a Londres a la mejor escuela para aprender todo de moda, y también quería ser modelo. Seguro que la cogían como modelo, era alta, y súper delgada. Utilizaba la 34 en los pantalones, aunque no se los pusiera. Yo en cambio, también e querido ser siempre modelo, pero soy mas pequeña que ella y ultilizo la 38.

Este año iba a ser el mio. Iba a adelgazar e iba a gustarme tanto a mi como a los demás. Y encima tenía la ayuda de mi hermana.

Al día siguiente, Annie se levantó antes que yo. Y fue a despertarme.
-Buenos días princesita- me dijo en bajito.
Me levanté, y vi que en ma esquina de la cama tenia la ropa, pero no era mía.
- Donde esta mi ropa?- dije mientras buscaba.
-No tranquila, te he traído ropa de cuando yo era mas pequeña, así iras bien guapa.- dijo sonriente.
-Enserio!? Que bien!?- dije entusiasmada.
-Anda corre que luego tengo que hacerte un peinado.- Me dijo.
-Voy!. - la contesté.- ya estoy, es súper bonita la ropa. Me encanta.- le dije y la di un besito.
- Ven, sientate. Te voy a hacer unas trenzas.- dijo.
Me senté frente a ella, y noté sus manos. Hacia unos movimientos muy despacitos, delicados.

Cuando acabó, fue un momento a su cuarto, y me trajo una mochila que utilizaba ella.
-Este es el look que llevé el primer día de clase el primer año.- dijo mientras recogia el peine y las gomas.
-Pues me encanta- dije mirándola a los ojos.

Con tanta cosa, se nos hizo la hora, así que me dio un paquete de chicles, y salimos juntas de casa. Y como siempre, ella se junto con sus amigas, y yo con las mías.

Al acabar el colegio, estaba muy feliz, a todos les gustó el nuevo el look, incluso un chico se me acerco a hablarme, y aparte de mis amigas, hice unas nuevas.
Nada mas ver a mi hermana la abracé y la di dos besos.

Nuestros padres estaban en casa, pero en nada se tenían que ir. Así que Annie y yo nos sentamos en nuestros sitios, y justo en ese momento se fueron. Annie se levantó, y tiró lo de su plato. Yo hice lo mismo. Y cada una nos fuimos a nuestro cuarto a hacer los deberes.

Pasó un mes, era sábado, me desperté muy pronto y fui a pesarme. 46kg. Lo apunté en el cuadernito.
Los pantalones que solia utilizar, ya no me valían. Eso me hacia súper feliz.

Dos Mundos Diferentes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora