Parte 1.

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Escuchaba la melodía que sonaba en aquel entonces, daba un fuerte respiro mientras miraba hacía afuera, estaba nevando..recuerdo que mi abuela me decía que si nevaba, él seguía vivo...también recuerdo que me contaba esos cuentos que tanto me gustaban en aquel entonces, veía caer cada copo de nieve en la calle, sacudí mi cabeza y fui a mi habitación a vestirme ya que era navidad y todos vendrían a casa, me puse un vestido blanco que mi abuela me había regalado después de haber muerto, me solté en cabello y me miré al espejo para maquillarme.

¡Hija! ¿Puedes ayudarme a decorar el árbol de navidad? — Preguntó.

¡Ahora voy! — Terminé de maquillarme rápidamente, y fui a ayudar a mi madre.

Allie...estás hermosa, te pareces demasiado a tu abuela.   — Dijo mi madre, podía ver los brillos que transmitía sus ojos.

Sólo sonreí y empezaba a poner los decorativos que le faltaban al árbol de navidad, al terminar, sólo me asomé a la ventana nuevamente para ver la nieve, me encantaba, pero, mi curiosidad siempre estuvo intacta en él, ¿Seguirá vivo? 

Ellie, hija ¿Qué te sucede? — Me miraba con preocupación.

Nada, sólo estaba recordando a mi abuela. — Dirigía mi miraba hacía ése castillo que tanto mi abuela se ponía ansiosa cada vez que me contaba ese cuento.

Mi madre sólo me sonrió y fue a la cocina.

Madre, voy a salir. — Caminé hacía la puerta rápidamente, no aguantaba más, tenía que ir y verlo.

¡Pero no llegues tarde, los invitados llegarán pronto! — Insinuó.

Rápidamente me dirigí hacía ése castillo, abrí la gran puerta y entré.

Miraba hacía alrededor y era muy escalofriante y estaba todo lleno de polvo y telarañas,  era como en esos cuentos de terror, escuché un ruido de tijeras que estaban arriba, lentamente subí las escaleras hasta llegar a lo más alto del castillo, estaba completamente oscuro sólo podía ver con la luz de la luna, seguía escuchando esos sonidos de tijeras más cerca, daba unos pasos hacía atrás...

No, no te vayas, Kim. — Una voz que provenía en la oscuridad.

Pensaba en salir corriendo, pero yo quise venir aquí a conocerlo ¿Porqué me iría?, seguía dando unos pasos hacía atrás hasta tropezarme con algo, me caí y rápidamente ese sonido de tijeras se acercaba a mí, pude ver esas cosas que parecían ser sus manos y se acercaban más a mí, cerré mis ojos creyendo que iba a matarme, pero no, sólo me ayudó a levantarme.

¿Estás bien, Kim? — Preguntó.

¿Él piensa que soy mi abuela?, abrí mis ojos y lo vi, me miraba fijamente con esos ojos negros, su rostro era pálido y algo cicatrizado, su cabello negro, era todo lo que mi abuela solía contarme.

¿Kim?  Ha pasado tantos años desde la última vez que nos vimos. — Se acercó más a mí.

No sabía que responder, si le cuento la verdad no sabría como reaccionaría.

Yo....Yo. — Tragaba saliva, no sabía si contarle la verdad.



El Joven Manos De Tijeras 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora