El Joven Manos De Tijeras 2.

Parte 2.

Tenía tanto miedo pero a la vez mucha curiosidad, él se veía un monstruo con esas tijeras que eran sus manos y su rostro todo cortado que probablemente él mismo se haya causado eso, pero también se veía como un "ángel" por su dulce voz y sus ojos negros que transmitían cariño y tristeza.

Al ver que él estaba muy cerca de mí.. el miedo se apoderó de mí y empecé a gritar de manera desesperada y a huir de ese lugar creyendo que ese "monstruo" iba a perseguirme o lo peor, iba a matarme.

Salí de ese lugar y lo primero que hice es ir a mi casa, "¡Rayos! ¿por qué fui a ese lugar?" decía mientras limpiaba el vestido blanco que mi abuela me había regalado y arreglar mi cabello que estaba desordenado.

Estaba decidida a contarle a sus padres lo que había hecho y lo que había ocurrido, pero probablemente ellos no creerían en sus palabras y la castigarían por ir a ese lugar.

¿Qué pasaría si él me esta buscando? ¿Me mataría? ¿Por qué me confundió con mi abuela? ¿Será por el vestido que ella me regaló? Miles de preguntas vinieron a mi cabeza pero lo cierto es que él esta vivo.

Sacudí mi cabeza y entré a mi casa, mis padres ya estaban preparando la cena todos estaban felices, sonreí al verlos así que hasta por un momento olvidé lo que había ocurrido unos minutos atrás.

Ya era hora de cenar y todos nos habíamos sentado en las sillas adornados con personajes navideños, todos comenzamos a repartir la comida a nuestros platos mientras conversábamos de cualquier cosa.

Antes de comenzar...debemos rezarle a mamá que ya no está con nosotros y esta en un lugar mejor. - Mamá lo decía con sus ojos llenos de lágrimas al recordar a mi abuela, mi papá cerrando sus ojos para rezar, mi mamá buscando un pañuelo para limpiar sus lágrimas, y mis otros familiares en silencio.

Bien...comencemos.. - Mi mamá todavía no terminaba de llorar pero sonrió y comenzó a ofrecer comida, todos comenzamos a comer y conversar de cualquier cosa que nos había pasado, mi papá como en todas las reuniones familiares contaba chistes sin sentido, todo estaba divertido hasta que recordaba lo que había pasado horas atrás, mi sonrisa desapareció al recordar lo sucedido que no había escuchado que mi familia me había hablado, estaba sumergida en mis pensamientos.