Capítulo 10

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Esa era una propuesta muy tentadora y lo que más deseaba pero... No quería mentirle si ganar la confianza era difícil, no quería perderla con una mentira

- Sabes que en verdad quiero decir que sí, pero... No sé qué creer Yulia y no voy a mentirte
- Suena loco, lo sé pero juro que es verdad Lena
- Dime cómo puedo ayudarte Yulia
- Me gustaría que me creyeras que en ese lugar alguien quiere tenerme lejos, que quiere dañarme y matarme como a mamá

Lena le acaricio la mejilla suavemente, no había ninguna prueba de que alguien quisiera dañarla sólo ella misma se había lastimado pero todo en ella a excepción de su razón le decía que confiara en esa rubia, que le creyera pero había aprendido a hacer caso a su cabeza

- No puedes ayudarme Lena, no tú, no aún
- Quiero ayudarte
- ¿Por qué? - La miro
- Es algo que no sé explicar pero no me gusta verte lastimada ni si quiera por ti misma
- También me gustas mucho - Sonrió Yulia
- No es... Bien si me gustas pero no podemos y lo sabes
- ¿Por qué no? ¿Quién se interpondrá? ¿Quién dirá que no?

Lena sonrió y se acercó a sus labios para besarla y Yulia correspondió el beso volvía a ser suave e inocente tal cual era Yulia ante todo aquello que le sucedía, la pelirroja la tomo de la cintura y la pego a ella lentamente mientras con la otra mano entrelazaba los dedos con los de Yulia

- Debes descansar - Dijo Yulia
- Lo sé, pero... Te irás ¿cierto?
- No puedo quedarme y lo sabes, fuiste tú la que me saco de aquí
- No quiero que esa persona se salga con la suya diciendo que mereces estar aquí, y el que seas libre y vivas tu vida plenamente y feliz no le gustara mucho ¿no crees? - Sonrió
- Tal vez, me iré a casa de los padres de mi mamá y podrás ir, si quieres

Lena sonrió y le asintió suavemente para volver acariciar su mejilla y observo hacia el frente el patio estaba obscuro y las sombras de los árboles le daba un aspecto algo tenebroso

- Masha cuidara de ti ¿cierto?
- No lo sé, no tiene que hacerlo no es nada de mí, ni tiene ningún compromiso - Se encogió de hombros
- Si se lo pides lo hará
- No, no voy atarla a mi o exponerla
- Ella confía en ti y cree ciegamente en ti que es lo que quieres de mi
- Pero... Tal vez le diga
- Sé que aunque no lo hagas ella te cuidara y estará al pendiente de todo lo que pase contigo, te quiere como si fueras su hija


Por la mañana Masha esperaba en el auto a la rubia que llegaba a paso lento y algo indecisa la rubia mayor le sonrió y ambas subieron al auto de Masha y salieron del hospital con la mirada verde-grisácea de Lena sobre ellas, suspiro esa rubia había cambiado tras hacia dos noches, no volvería a ser la misma y lo sabía


- Llame a tu abuelo - Dijo Masha
- ¿Y qué dijo? - Pregunto nerviosa
- Tu abuela no se encuentra bien, y no podrán venir
- ¿Y entonces?
- Tu abuelo dijo que vendrán en cuanto puedan y... Me pidió te llevara a su casa de descanso está cerca de aquí ¿la recuerdas?
- ¿Es a donde iba con mamá cada mes?
- Si, tu mamá te llevaba ahí y tú lo disfrutabas mucho, creo que la pasarás bien y será un buen lugar para que estés
- ¿Estaré sola? - La observo
- Estarán las personas que atienden la casa y seguirán todas tus órdenes
- Yo no quiero ordenar yo sólo quiero estar en paz pero tampoco quiero estar sola
- Bueno Yul, no se puede todo en la vida
- Ya me di cuenta - Suspiro
- Lo estuve pensando y si quieres y sólo si quieres claro quiero hacerme cargo de ti
La rubia la observo y Masha la miraba por el rabillo del ojo sin apartar la vista del camino, Yulia se giró al frente y luego apoyó su codo en la manija de la portezuela y su barbilla en la palma de la mano y suspiro
- Ella tenía razón - Dijo por fin
- ¿Quién? - Dijo Masha
- Elena Katina, me dijo que tu cuidarías de mi te lo pidiera o no
- ¿No quieres?
- ¿Por qué querrías cuidar de mí? No somos nada
- Bueno si te molesta yo no lo hago, no quiero ocupar el lugar de tu mamá es sólo que... Me siento en deuda con tu madre y sobre tu padre juro que no voy a decirle nada no lo he hecho estos largos años si crees que es eso
- ¡No! No me molesta en absoluto y me encantara estar contigo es sólo que...
- ¿Qué Yul?
- No quiero que vayas a salir lastimada por mi culpa
- Correré el riesgo por ti Yul, en verdad que no planeo dejarte sola nunca siempre estaré apoyándote y cuidando de ti
- Quiero una vida normal y tranquila Masha
- Tu padre desea lo mismo junto a ti
- No quiero hablar de él
- Bien, bien
Ante ellas se abría paso una hermosa casa de veraneo y condujeron hasta la entrada y se detuvieron la rubia mayor bajo del auto y ya la mayoría de los empleados esperaban afuera
- Buenos días - Sonrió Masha
- Buenos días doctora - Dijeron todos
- No sé si la recuerdan pero ella es Yulia Volkova, la hija de Larissa y Oleg Volkov
- Claro que la recordamos, que gusto verla de nuevo señorita - Dijeron unos
- Bienvenida - Dijeron otros
La rubia bajo del auto y saludo a todos con un movimiento de cabeza y mano todos sonrieron a la chica que se veía nerviosa y tímida
- Quiero agradecerles a todos por estar aquí y recibirnos Yulia se quedara aquí y pues... Ya saben que es la dueña ahora así que... Les agradeceré que estén al pendiente de ella
- Claro que si doctora ¿se quedara sola?
- Bueno eso... Ni yo quiero que este sola, ni ella quiere estar sola así que le propuse hacerme cargo de ella
- Ella vivirá conmigo - Dijo Yulia
- Entonces también estará aquí
- Me haré cargo de Yulia, soy su tutora
- Adelante, adelante todo esta listo y esperando
La pequeña rubia reconocía a la mujer mayor que era alta y delgada con un aire muy maternal y cariñoso era la nana de su madre a su mente vino la imagen de su madre abrazando a la mujer con una enorme sonrisa y feliz de verla cada mes por unos días
- Quiero ir a descansar - Observo a Masha
- Claro, claro ¿nos llevas Olya?
- Claro Masha vengan síganme
Las rubias siguieron a la mujer de cabello con tonalidades grises Yulia comenzaba a recordar la casa de veraneo de sus abuelos la señora se detuvo junto a una bella puerta
- Es la habitación de tus padres y está lista para ti - Sonrió
- No la quiero
- Pero... Creí que te gustaría
- ¡No! ¡Yo quiero otra no me gusta esta! - Dijo casi fuera de si
- Tranquila Yulia por favor, no te pongas así
La mujer observo a la pequeña y única hija de Larissa la mujer que vio crecer y cuido como suya hacía años que estaba acostumbrada a ese tipo de reacciones con la abuela de Yulia, y con la misma Larissa pero había pasado muchos años y lo había casi olvidado
- Lo lamento, lo lamento pido disculpas pero no quiero nada donde mi madre haya estado
- Entonces este lugar no es para ti jovencita, y deberías volver de donde viniste
- Olya...
- Este lugar fue el hogar de tu madre por mucho tiempo, ella amo este lugar y no hay rincón de este sitio donde ella no haya estado, que tu no lo sepas o no lo recuerdas es otra cosa
- Por favor Olga - Dijo Masha
- Ese lugar - Señalo el final del pasillo - Solía esconderse para sorprender a tu abuelo, aquel otro se sentaba a leer junto a Masha, o ahí una vez tiró la bandeja con el té para tu abuela y sus amigas que se empeñó en traer ella aunque no podía o el patio jugando con Masha por todos lados una vez tropezó y se abrió la rodilla o tras de ti cuidándote para que no fuese a pasarte nada
Yulia respiraba profundo y controlaba la ira que carcomía su interior, la melancolía y tristeza salió corriendo de ahí y volvió al auto lo puso en marcha y Masha la alcanzo
- ¿A dónde vas? ¿Qué haces?
- Quiero irme, quiero irme no puedo ni quiero permanecer en este lugar
- ¿Y a dónde vas a ir? Yo no puedo irme del país no hay lugar al que puedas escapar Yulia encontrarás lugares en los que no estuvo tu mamá, pero sabes también como yo que no podrás huir de los recuerdos, de los pensamientos no hay a donde huir cariño
- Masha... No puedo con eso yo...
- Yo te ayudare sé que la vida no ha sido muy justa contigo pero te prometo que llegara el momento en que tendrá que compensaste por todo lo que te ha hecho pasar pero ahora tienes que quedarte conmigo aquí y ahora ¿de acuerdo?

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