capítulo 12

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Los segundos se convertían en minutos, los minutos en horas y las horas en eternidad.
Me mataba la incertidumbre de no saber que es lo que tiene mi hija. Camino de un lado a otro dentro de la enfermería.
Sentí la puerta abrirse de tras de mi, se suponía que no tendría que haber nadie a esta hora de la madrugada.

- Que haces aquí?- le pregunto cando se quien es.

- Vine a ver como esta tu hija.- Clarke camino hasta la cama, la examinó. Al no decir nada me acerqué a la cama.

- Esta bien?- le dije preocupada.

- La fiebre bajo, mañana mi.madre tendrá los análisis y sabremos que es lo que tiene.- me tranquiliza bastante escuchar sus palabras.

- gracias... tu madre creo que sabe y no me quiere decir.- tomó la mano de mi hija acariciandola.

- Tendrá una sospecha por eso no te lo querrá decir.- ella me mira como esperando una explicación.- que edad tiene?

- Tres. Tiene tres años.

- Es hermosa Lexa.- ahora si la miró

- Si lo es. Me enamoré de ella apenas la vi nacer.

- Porque no me dijiste de tu hija?

- Porque no me dijiste del tuyo.?- le respondo.

- Comiti un error Lexa. Fue un error la situación.

- fue un error acostarte conmigo en Polis? - le preguntó

- NO!! no entiendas mal. Fue un error lo de Bellamy. - empezo a contarme su version de los hechos al ver que no le interrumpia ella siguio- Cuando volví hable con mi madre para irme contigo. Salimos con Jasper, Raven, Bellamy y Octavia tomamos, tome de más y lo único que recuerdo es despertarme junto a el.- sus palabras hacia sentir odio.- Fue un error la situacion Lexa. Pero amo a mi hijo mas que a nada en este mundo.

- Y te quedaste... pudiste volver conmigo.

- Tuve miedo. Terror de que no me perdonaras, terror a perderte.Me hubieras perdonado?

-Eso nunca lo sabremos, verdad?

- Intenté varias veces ir a verte pero el terror de verte me hacian retroceder. Quiero ... - la cortó antes de que termine de hablar

- Me traicionaste Clarke.- las palabras recargadas con mucho odio salieron de mi boca, no le gritaba hablábamos despacio pero eso no significaba que sus palabras do llegan o que las mías le dolieran.- Sabías lo que hacías. Tuviste la oportunidad de volver y explicarme las cosas como lo estas haciendo ahora pero preferiste huir.

- Tu hiciste lo mismo Lexa.- me dijo mirando a Kim.

- Te equivocas. Jamás te traicione. No traicione el amor que te tenía. No te traicione a ti. todo este tiempo te respete y te espere. Durante cinco malditos años te espere Clarke.

- No me digas eso por favor- lloraba estaba muy dolida. Al igual que yo.- no te mentí cuando nos encontramos de nuevo. TE AMO LEXA! Danos una oportunidad no volveré a fallarte.

- Con una sola vez bastó Clarke.

- Por favor Lexa.- tenían tantas ganas de ir y abrazarla besarla. Verla tan destruida me lastimaba mas de que creia.

- Clarke no puedo pensar en nada que no sea mi hija en este momento.- le respondo evitando su mirada.

- Eso me da esperanzas- la miró- al menos no me dijiste que no..- se sienta en otro sillón que esta al frente del mío en el otro lado de la cama.

- Que haces?

- Me quedo contigo esta noche. Si no quieres hablar esta todo bien. Pero permíteme quedarme. Voy a respetar tu tiempo y darte espacio. Quiero que te sientas a gusto conmigo que vuelvas a confiar en mi. Cuando estes Segura de que quieres estar conmigo yo voy a estar esperándote y si crees que no, de igual manera voy a respetar tu decisión por más que no quiero que sea esa.

- No te espera tu hijo?

- Hoy le toca estar con el padre. Como te dije antes. No estoy con nadie. Eso fue cosa de una sola vez.
No respondo a lo que me dice. No se que responderle. Me apoyó en la cama de Kim para sentirla más cerca mio.
El silencio se estableció en la habitación. No era incomodo sino todo lo contrario.
No se el tiempo que llevo dormida, siento unos pasos a mi alrededor. Me sobresalto a sentir algo caer sobre mi.

- Tranquila es sólo una manta. - Me dice Clarke. Observó la manta en el piso.
Me inclino para agarrarme y chocó contra la frente de Clarke. Pude sentir su respiración cerca de mi boca, la punta de su nariz rozando mi piel. Nuestro aliento mezclándose. Cierro los ojos para poder controlar mi respiración. Los vuelvo abrir y veo ese hermoso mar azul observandome que lentamente se aleja.

- Perdón no te quise despertar. Vi que tenías frío y bueno...

- Todo bien. Perdóname a mi por golpearte la frente - apenas podía respirar. Mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho.
Ella cumple lo que me dijo hace unas horas atrás. Por un lado me alegra por otro me decepciona.
Vuelvo a mi silla, Kim se empieza a mover quejándose dormida.
Clarke se para de golpe y la empieza a revisar. Lentamente Kim va abriendo los ojos.

- El ángel de mama.- susurra antes de quedarse nuevamente dormida.

Un Corazón En EsperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora