Hace ya 6 largos años me encontraba recostada en mi cama, tratando de conciliar el sueño, pero el llanto de mi madre simplemente no me dejaba dormir. Ya estaba completamente acostumbrada a eso. Desde que mi padre murió, mi madre a intentado con todas sus fuerzas llenar ese espacio que tiene en su corazón.
Pero simplemente todos los hombres le rompían el corazón, de alguna u otra manera.
Recuerdo aún, como esa noche sus llantos se escuchaban más fuertes de lo normal, así que decidí bajarme de mi suave cama, caminar hacia su habitación y acostarme en su incomoda cama, para tratar de calmarla.
Las palabras que me dijo aún carcomen en mi cerebro como si fuesen pequeños gusanos en una manzana.
"Jamás te encariñes, porque las personas siempre te abandonaran" fue lo ella dijo, para después entre llantos decir "Nunca me enamorare de un hombre otra vez"
Y un año después, conoció a lo que ahora sería mi segunda madre.
Las palabras de mi madre esa noche, seguían grabadas en mis pensamientos, "Jamas te encariñes..."
Así que así lo hice y los siguientes años, trate de entablar la más mínima conversación con las personas, no quería encariñarme y terminar con el corazón roto como mi madre.
Pero supongo que la soledad me afectó y termine convirtiéndome en la persona que soy el día de hoy.
Así que no me hables, no me mires, es más no respires el mismo aire que yo y ¡mucho menos trates de grabarme con tu estupida cámara! ¡Si, te estoy hablando a ti Ethan!

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Acid Girl
Teen Fiction"-Lo unico que sabía, era que Lexie era como una paleta, con una cobertura ácida y un relleno de fresas."