Estoy en un calabozo.
No hay nada ni nadie a mi lado aparte de una tenue luz parpadeante en una esquina. Esa luz me da esperanzas, me dice que pronto saldré de aquí, que volveré a ser feliz.
Pero... ayer, esa luz se apagó. Dejó de alumbrar y todo se volvió completamente negro. Perdí lo único que me quedaba, la esperanza. Aunque trato de recuperarla, esta se escapa entre mis dedos.
No veo nada.
Tengo miedo, mucho miedo,
esta oscuridad me asusta.
Nadie vendrá.
Llamo para asegurarme que no hay nadie, mi voz estaba débil, me dolían las manos y mis ojos ardían. Me di cuenta que siempre estuve sola.
La oscuridad se hizo mas intensa, no veía ni mi propio cuerpo.
Cerré mis ojos y
pensé en morir.
