Juntitos y Calientitos (Yaoi? OTP3?)

Oneshot

Santiago tiene un clima extremista, por una parte en verano puedes estar sofocándote por el calor infernal que se queda atrapado en el valle, sin ni siquiera poder resguardarte en las sombras o esperar que una brisa te refresque porque hasta estas están calientes o, por otro lado en invierno sin importar si estas afuera o en tu habitación, puedes estar abrigado con todo tu closet y aun así estar tiritando de frio.

En esa situación se encontraba Nicolás. Llegando a su departamento compartido después de haber ido a ayudar a su madre con unos encargos.

A pesar de estar abrigado totalmente con solo los ojos descubiertos, Holyfuuu entro al lugar temblando, frotando repetidamente las manos en sus brazos.

"Los años me están pegando" pensaba divertido mientras dejaba sus cosas en un sillón cercano, que para su sorpresa estaba desocupado.

Le era raro no encontrar a sus amigos pegados en el sofá jugando, también le extrañaba que no hubiese ruido alguno "¿Habrán salido?" se preguntaba mientras caminaba por el pasillo hacia la pieza principal, era una opción válida, pero poco probable, tomando en cuenta lo flojos que podían llegar a ser.

- Dónde estarán estos hijos de la... - No alcanzo a terminar sus palabras.

Al entrar al cuarto se encontró que tanto Jaime como Edgar estaban muy acurrucados el uno contra el otro en una cucharita y más en cima durmiendo.

Al más viejo del grupo lo llenaron los celos "Mish mientras yo, como buen hijo que soy voy a ayudar a mi vieja con unas weas cagao de frio, este par de zánganos culiaos se duermen juntitos y calientitos". Sus ojos no se despegaron en ningún momento del par mientras los seguía puteando en su cabeza.

Un escalofrío recorrió su espalda y le recordó lo helado que se encontraba el lugar.

- Más les vale no reclamarme hijos de la perra.

Con eso dicho se despojó de su ropa abrigada quedando solo en polera y calzoncillos.

Lentamente se metió entre las frazadas y se acurruco en el único lugar donde quedaba un espacio, al lado del más grande de los tres. Sin preocuparse si el otro se enojaría, acerco sus piernas heladas a las otras calientes causando que Edgar gruñera en su sueño y alejase sus extremidades. Sin rendirse Nicolás repitió el gesto, solo que esta vez el de rulos despertó.

- ¿Qué wea? - dijo mientras se giraba en busca de alguna explicación por el repentino frio.

- Deja de correrte maricon de a peso y dame calor.

- Ah chucha. Sorry Nico - sin mucho pensar agarro al moreno con un brazo y lo pego bruscamente a su cuerpo.

- ¿Qué pasa? - menciono aun adormilado Jaime.

- El Nico llego y esta entero helao.

- Que se deje de wear – respondió Alfredonx mientras se giraba para quedar frente a Eddiesick y acurrucarse en su pecho en un intento de volver a dormir.

- Claro, como vo estai calientito...

- Sabi que ma metete acá en el medio- dijo enojado Jaime mientras se separaba sin muchas ganas del de rulos - y rápido culiao que quiero seguir durmiendo y si no puedo te juro que te voy a hinchar las weas todo el rato.

- Para de alegar culiao y córrete más será mejor.

- Dejen de peliar culeaos.

Después de unos rápidos y pocos delicados movimientos de Holyfuuu, por fin logro posicionarse entre sus dos amigos.

- Weon bruto, me enterraste el codo en todo el hombrito – se quejó el más alto con un puchero.

- Agradece que no te lo entre en la pichula.

- Cállense de una vez par de maracos.

- Cállate vo.

Y se hizo el silencio, nadie tenía las ganas ni el ánimo para seguir con la discusión.

Los amigos se acomodaron lo más cerca que pudieron para conservar el calor. Jaime estiro su brazo hasta la cintura del moreno y lo atrajo a si mismo dejando a este pegado a su pecho, por otra parte Edgar extendió su brazo hasta Alfredonx y lo acerco dejando finalmente a todos en un acogedor enredo de brazos y piernas.

Nicolás suspiro feliz al sentirse de una vez por todas calientito.

En momentos así pensaba que no le importaba tener que aguantarse el crudo inverno de la capital ya que después de todo, si llegaba a sentir frio, sabía que podía contar con sus amigos para regalonearlo y quitarle esa incomoda sensación, algo que en verano no podían hacer.