Buscábamos a mi madre, paseamos por toda la plaza. Había una gran ventana que se dirigía a un balcón con vista al mar.
7:30 pm
-¿Quieres salir?- me preguntó mientras me jalaba.
-El que me estés jalando para mí es un ¿si? -pregunté-.
Salimos, estaba todos oscuro. Habían pocas personas.
-Esto está muy bajo para mí- dijo mientras se agachaba para recargarse-
-Para mi está perfecto- respondí.
El a mi lado, yo me quite los lentes para poder limpiarlos.
-Mira, solo hay una estrella -me dijo señalando al cielo en varias direcciones-.
Silencio.
Veíamos el mar, la brisa en nuestras caras, uno al lado del otro. Hermoso, simplemente era hermoso.
-Mira. . .parece que las olas están compitiendo a ver quién es más rápida que la otra.
Me reí.
-Había un poema así...-me dijo-.
Silencio
-Esto es como para escribirlo en una historia...-le dije mientras abrazaba su brazo-
-Escribelo.
El me rodeó con sus brazos y así fue como me dio una gran idea (otra más)