Historias De Terror

#24 El juego de la ventana

El juego de la ventana, es un pequeño desafió para ver tu constancia, paciencia y qué tan grande es tu curiosidad. Es extremadamente fácil de iniciar, aunque requiere un poco de tiempo, y como muchas cosas que escapan al control humano, es azaroso. El juego funciona de la siguiente manera:
El último día de cada mes, antes de acostarte, cierra bien la ventana de tu cuarto y echa las cortinas. Esto es lo que atrae al otro "participante"; pero debo informarte de que vas a tener que intentar esto varias veces, ya que no siempre se presenta a la primera. Normalmente toma entre los 6 y los 12 meses en aparecer. Así que, si ves que no pasa nada, intenta de nuevo el último día del mes siguiente.

¿Pero, cómo sabes si funcionó? Y lo más importante, ¿en que consiste el juego? Vas a llamar la atención de alguna entidad. Sabrás que ha funcionado cuando el juego comience, y eso, amigos y amigas, será cuando te despiertes. Pero no despertarás de forma natural. Lo que te va a despertar será esto... Unos golpecitos en el vidrio de tu ventana. Al principio serán ligeros. Tú, como la otra parte del juego, tienes que jugar, y lo que tienes que hacer, es muy simple: tienes que fingir que estás dormido.

Aquí es donde las cosas se ponen interesantes, porque hay un par de cosas que delatan a alguien que no está dormido: se mueve mucho, y sobre todo, un durmiente no permanece con los ojos abiertos. Tienes que fingir estar dormido sin, en ningún momento, abrir los ojos. ¡No abras los ojos, por tu propio bien! Por mucho que te tiente la curiosidad, tú no te des la vuelta, ni desde luego se te ocurra incorporarte en la cama para mirar.
Él, o esa cosa, sea lo que sea, va a insistir. Querrá ponerte a prueba; pero tú tienes que ignorarlo. Por favor te lo ruego: ¡no le muestres que estás despierto!

Llegará un momento en que los toques en la ventana cesarán, ¡pero es una trampa! Por nada del mundo te levantes. De hecho, no debes ni abrir los ojos ¿qué digo qué no te levantes? Sigue estando ahí, y lo que pretende es engañarte, para que pienses que el juego ha terminado y así sorprenderte. Pero no.
¡Y mucho cuidado con dormirte! Porque va a volver a golpear en el vidrio, y tú vas a despertar con un sobresalto, abriendo los ojos, con lo cual será tu fin. Tu visitante va a seguir tocando en la ventana a cada rato. Incluso habrá veces en que te parecerá que va a romper el vidrio, o que va a despertar a tus padres o a quién esté contigo en el cuarto. Pero no lo va a hacer; por algún extraño motivo, nunca rompe las ventanas. Así que no temas por eso: mientras parezca que estás dormido estarás a salvo.
No pidas tampoco ayuda, ya que nadie puede ayudarte ni oír los golpes en la ventana. Solamente los puedes escuchar tú, que eres quién está en el juego. Nada más estáis tú y esa cosa.
Vas a tener que pasar la noche en vela. Hasta que esté oscuro ahí fuera, deberás permanecer encogido en tu cama, aparentando estar dormido. Sabrás si has ganado, cuándo veas la luz del sol entrar por la ventana de tu cuarto.