♣ Cinco ♣

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- Uno de tus criados me ha informado que has llevado a un siervo a tu habitacion, Liam. - El aludido miró a su padre.

Ambos estaban almorzando en el jardín.

- ¿Acaso no soy el heredero de los feudos? Puedo hacer lo que quiero con esos bastardos - Geoff notó la frialdad en las palabras de su hijo.

- Lo serás, pero aun no. - Liam se puso de pie, molesto.

- ¡ESOS BARTARDOS SERÁN MIOS Y SI ESO SIGNIFICA MATARTE, LO HARÉ!

El cielo estaba nublado, los siervos fueron obligados a presenciar el entierro, Liam vio a su madre, Karen lloraba desconsoladamente, más él sonrió en su interior pero mostraba nostalgia ante todos.

El veneno se habia demorado pero lo había matado por fin.

Tomó un puñado de tierra y lo lanzó a la letrina donde se encontraba el ataúd de su padre.

Miró a su alrededor, a cada uno de los siervos, todos eran de su propiedad, ahora él gobernaba y sin nadie que lo detuviera.

Podía matarlos. Podía venderlos, podía poseerlos y se le vino una adorable imagen a la cabeza, junto con ella un antiguo recuerdo de hace 7 años.

El ojiceleste no lo miraba al rostro, su mirada permanecía en el suelo mientras el mayor le tocaba el cuerpo sin descaro alguno...

Las manos de Liam se posaron sobre sus muslos para abrirle las piernas de un tirón. Su boca se hizo agua cuando vio aquel rosado agujero arrugado y virgen.

- Vamos, pequeño,  gime para mí. - Susurró el  mayor mordiendo el muslo derecho. - Algún día serás mio, pequeño. - El miembro del castaño mayor rozaba la entrada del pequeño, más no entraba. Niall sintió los labios de Liam sobre su abdomen, su cuello y luego en su barbilla. Ambos se miraron a los ojos pero el menor fue el primero en romper el contacto visual. La áspera mano del mayor hizo que volviera a verle los ojos. - Serás mío,  Niall... - El menor tragó saliva. - Aunque sea por la fuerza.

No eran unas simples palabras del deseo presente, sino una promesa irrompible.

Dos semanas pasaron, Liam había sido nombrado como el nuevo señor de la aldea, vivía una vida de lujos y perversiones pero no había vuelto a ver al pequeño castaño de ojos celestes. Lo necesitaba.

- Señor Payne. - Uno de sus escuderos lo sacó de sus pensamientos. - Un siervo pide verlo.

- Que pase. - Ordenó Liam, las puertas de madera se abrieron revelando a un moreno muy familiar venía con la mirada baja y vestido de harapos dignos de un simple siervo.

- Mi señor... - El moreno se arrodilló en los pies del castaño.

- Levántate y dime tu nombre. - El moreno se puso de pie y lo miró a los ojos.

- Mi nombre es Zayn Malik, mi señor.

- ¿A que has venido?

- A pedir su permiso para realizar mi boda.

- ¿Boda? ¿Con quién?

- Si, mi señor, mi prometido se llama Niall...

- ¿Niall? ¿Ha venido contigo?

- Si, mi señor.

- Que pase. - La silueta de un adolescente castaño.

Zayn mantuvo la mirada baja, Niall sintió su corazón detenerse al estar en los pies del hombre que años atrás lo había tocado íntimamente.

- Mi señor... - Murmuró Niall.

Liam no pudo resistirse ante laa acción de tomarlo de los hombros y ponerlo de pie.

- Hiciste una buena elección,  Zayn. - Dijo Liam acariciando la mejilla de Niall sin dejar de ver sus pocas cambiadas facciones.

Su piel aun era suave y blanca, su cabello seguia siendo castaño pero un poco más claro, su nariz seguía, sus ojos tenían un diferente brillo juvenil y aventurero, habia aumentado de estatura pero no tanto, sus labios se habian agrandado viéndose mas apetecible.

- Gracias, mi señor. - El pulgar de Liam acarició el labio inferior de Niall.

- Tienen mi permiso para casarse. - Niall sonrió sin mostrar los dientes.

- Muchas gracias, mi señor. - Agradecieron Zayn y Niall al mismo tiempo.

- Puedes retirarte,  Zayn. - El moreno obedeció, el castaño mayor aprovechó para poner de espaldas a Niall de espaldas frente a él, lo tomó de la pequeña cintura y apegando aquel voluntuoso trasero a su dura entrepierna. - Oh,  mi dulce Niall, no sabes cuanto tiempo he soñado con volverte a ver y
... tocarte. - Besó la nuca del menor. - No creas que olvidé mi promesa, pequeño. - El menor quiso llorar en ese momento, el mayor se apartó. - Puedes irte...

- Gracias, mi señor. - El menor dio un par se pasos.

- Detente. - Ordenó Liam y se volvió a acercar al menor, su mano se posó sobre el glúteo derecho a para luego estrujarlo. - Me alegra volver a verte. - El cuerpo de Niall tembló. - Retírate.

Niall caminó lo mas rapido que pudo, al encontrar a Zayn, la verguenza fue remplazada por una cálida alegría.

- ¿Estás bien? - Preguntó Zayn tomando el rostro de Niall en sus manos. El menor asintió y le dio un beso en la mejilla.

- Contigo, todo es perfecto. - Susurró mirándolo.

- Te amo, Sunshine.  - Niall lo abrazó. - Volvamos a casa, Sunshine...

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Que hermoso encuentro!

Un capitulo un poco largo.

♣ Derecho De Pernada ♣  Ziall/Niam *AU* M-PregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora