Aún se acordaba de aquél día en la sala de detención de la primaria. Recordaba que ese día no podía explicarse el haber llegado ahí...Bueno, sí que lo sabía, lo habían atrapado tratando de robar cierto expediente de la oficina del director. Nunca debió haber aceptado aquella apuesta con sus primos.
Para suerte de él, era primera vez que lo atrapaban in fraganti así que esa detención sería su primera y única mancha en su historial perfecto. No es que él fuera un alumno ejemplar, sólo sabía cuando actuar sin ser atrapado.
Ese día en la sala de detención, estaba aburrido viendo pasar la hora cuando una chica entró con cara de pocos amigos. La conocía de vista, era la 'matona' de la escuela.
-Estúpidos...Idiotas...me las pagarán- murmuraba sin parar mientras se sentaba.
-¿Qué te sucedió?-preguntó. Él solía ser inquieto y se aburría con facilidad, así que si tenía algo de compañía, aunque fuera Clarisse La Rue, no dudaría en tratar de entablar una conversación.
-Los Stoll-gruñó- La vieja de idiomas me atrapó tratando de meterlos a un casillero.-Él la miró de forma interrogante, no entendía cómo era la culpa de sus primos si ella había tratado de meterlos a un casillero
- ME JUGARON UNA MALA BROMA!- se defendió al ver su mirada- Yo solo les daba su merecido.
Mientras contaba la historia se sonreía inquieto, no sabía de que sería capaz de hacer la chica si averiguará que por culpa de los Stoll, sus primos,ella había quedado ahí.
Sólo después de un par de años, durante la secundaria, Clarisse se enteró del parentesco que tenían. No se lo tomó muy bien ya que siempre se metía en problemas por culpa de sus primos, él sólo le decía que tanto Travis como Connor sabían en que momentos atacar para no ser atrapados.
También fue en secundaria que él se decidió a ser su amigo, siempre que se ponía a pensar en la chica recordaba aquél suceso.-Miren! Allí va la chica gorila...!- gritó el desafortunado chico, y digo desafortunado porque Clarisse se giró en redondo a donde estaba el muchacho y de un golpe limpio el ojo morado le dejó.
-ALGUIEN MÁS?- gruñó y se volteó a ver a todo el mundo. Todos se quedaron callados así que ella siguió caminando. Pero una vez hubo girado a una esquina los murmullos comenzaron
-Yo creo que es hombre...-
-Debe serlo, no actúa como niña...-
-Viste su tamaño?
-Y como golpeó a aquél chico? Ella es nueva y le dejó el ojo así a un niño mayor...
-Encima es fea...
-La verdad yo sí creo que es una gorila...mucho cuerpo y poco sesos
-jajajajajaja.
Las burlas siguieron durante todo el día pero nadie se atrevía a decirle las cosas en su cara. Con Travis y Connor no decíamos nada ya que la conocíamos desde primaria y sabíamos que si le insinuabamos algo nos golpearía...Vale, nosotros también pensábamos cosas como que no se comportaba como niña, pero jamás la habíamos molestado por eso. Solíamos hacerles bromas pero ella se desquitaba, además,nosotros le hacíamos bromas a todo el mundo sin ninguna razón en particular.
Unos días después había decidido que era buena idea saltarme la hora de biología y echar una siesta en la azotea. Al salir al techo, fue cuando la vi sentada con la cabeza entre las rodillas.
-Este....- No sabía que decir. Sí, la conocía desde primaria pero era primera vez que la veía de esa forma y algo en mi interior despertó. Ella se percató de mi presencia y me miró enojada
-Vamos...Búrlate tu también - murmuró con su vista sobre mí, yo me di la vuelta y la dejé sola,pero escuché sus siguiente palabras con un tono resignado- Bien...ve y cuéntales a todos que me viste llorando...- Lo que hice a continuación fue comentarles a Travis y a Connor que había que ayudar a Clarisse y aunque me miraron perplejos, aceptaron, aunque sus motivos fueron que sólo ellos la podían molestar hasta hartarla.
Ese día, a mis primos y a mí nos suspendieron por una semana, pero había valido la pena ver a todo el que había molestado a la castaña bañado en pintura de distintos colores.(Quizás sus rostros de molestia combinado con susto también se debían a la sútil amenaza que habíamos dejado)
Por cierto, fue ese mismo día en que me di cuenta que no dejaría que nadie la volviera a lastimar, probablemente también fue el día en que noté cuánto me gustaba la chica.
Luego de aquél suceso me fui acercando a ella, a pesar de que siempre me rechazaba, decía que no necesitaba amigos y que sólo la molestaba, yo seguí insistiendo hasta que por hastío terminó aceptando que no la dejaría tranquila y fue el último año de secundaria que logré besarla. porque, admítamoslo, estaba enamorado de ella.
N/A: Quería que fuera un ONE-SHOT pero se me hizo muy largo D: así que lo dividí en dos partes