In memory «c.d»

Capitulo 5»

Timbre.

—Hey Cam.— le dije saliendo y cerrando la puerta por detrás mío.

—Hola Vic.— me sonrió.—te ves muy linda hoy.

—Gracias.— dije sonrojada.

—Ven, vamos.— tomo mi mano y la entrelazo con la suya, la mejor sensación del mundo.

—A donde iremos?— le pregunte ya en el auto.

—A un edificio abandonado.— dijo mirándome por una milésima de segundo.

Empezó a sonar Trust en su teléfono.

—Te gusta Justin Bieber?— le pregunte emocionada, mientras le subía más.

—Es talentoso el chico.— empezó a cantar.— tengo todo el disco.— y río.

—Deberías casarte conmigo.— le solté son pensar y me sonroje al instante.— lo siento...per.— me interrumpió.

—No te preocupes.— se estacionó.— más adelante Victoria.— sonrió y se bajó del auto.

Corrió hacia el lado de mi puerta y la abrió.

—Gracias.— dije.

—Vamos, es algo grande.— dijo entrando al edificio lleno de polvo y hojas caídas.— es por aquí.— y nos guió a unas enormes escaleras.— aquí es.

Se veían todas las luces de Nueva York, estábamos muy lejos del suelo.

—Es enorme el edificio.— dije mirando la vista.

—Vic, aún no ves la mejor parte.— me dijo y tomo mi mano.

Entramos a una habitación llena de luces para los pinos de Navidad, en el centro de la gran habitación había una mesa redonda para dos.

—Toma.— me dio una hermosa rosa roja.

—Gracias.— dije sonrojándome.— Cameron, esto es demasiado, creo que solo iríamos al cine  o algo así.— le dije con la flor en la mano.

—Tu déjalo.— nos sentamos en la mesa.— tú solo disfruta.

—Gracias Cam.— le sonreí.

-•-•-•-•-•-•-•-•

—Y eso fue lo que pasó.— termino Cameron y empezamos  a reír a carcajadas.

Paramos de reír.— Victoria enserio me gustas, desde que entramos.— paso d mano por mi mejilla, acariciando esta.

—Cam también me gustas.— le confesé.— desde que entramos también.— le sonreí.

-•-•-•-•-•

—Te gusto la cena?— sonrió caminando por el gran parque.

—Demasiado.— le dije sonriéndole.

—Vica puedo besart...— lo interrumpí.

—Yo te quiero besar— y así lo hice.

-•-•-•-•-•
—Adiós Vic.— me dejo en mi casa, se despidió y camino hacia su auto, desapareciendo entre la oscuridad de la calle.

Suspiré enamorada.