Meta no cumplida

7.6K 806 323
                                    


Jackson supo que las cosas con Isaac estaban yendo en picada cuando dejaron de pasar tanto tiempo juntos y aun así él aun quería seguir intentándolo. Así que como bueno novio le enviaba mensajes pidiéndole quedar en algún lado, le avisaba cuando estaba solo en el departamento e incluso llegó al punto de ir de improvisto a su departamento únicamente para ser recibido por Boyd y una Érica con muy poca ropa.

-Creí que iba contigo –Respondía el hombre lobo.

-No le digas que vine –Decía Jackson y el simple hecho de murmurar esas palabras lo hacían sentirse tan vulnerable que su cuerpo entero quería desaparecer.

Nunca volvía directamente a casa, se paseaba por algunos lugares antes de ir al departamento murmurándose que tal vez Isaac fue y al no encontrarlo decidió irse, pero él más que nadie sabía que era mentira.

Dos meses después de estar esforzándose decidió que ya no iba a hacer nada. Esa fue, probablemente, la decisión más difícil que había tomado en su vida, porque su almohada aun olía a Isaac y él seguía manteniendo su camiseta azul de Imagine Dragons al fondo de su cajón. A veces se la ponía para dormir y recordaba el momento en que Isaac le dijo que le gustaba como se le veía ese color. Jackson no había llevado ropa para dormir, porque no tenía planeado quedarse, y Isaac le dio la suya. Al día siguiente Jackson se presentó a clases usando ropa de su novio y aunque no era de Pull&Bear se sentía bien, incluso respondió de buena manera a sus compañeros y profesores.

Pero de eso ya había pasado un tiempo. Ya tenía más de seis meses en que no se hablaban tanto y un año en que mantenían relaciones sexuales únicamente por placer. Isaac ya no se quedaba en su cama, ni le besaba la frente antes de dormir, mucho menos lo tomaba de la mano para caminar por el campus. Simplemente ya no hacía nada. Y Jackson también se había cansado, pero aun así lo seguía queriendo. Porque no dedicas cinco años de tu vida a alguien sin desarrollar ningún sentimiento.

Jackson no dijo nada, no le pidió hablar, ni mucho menos le dijo que estaban terminando porque no lo estaban haciendo. Las parejas a veces pasaban por baches, eso no significaba que todo terminaba. Lo había visto al vivir con Derek y Stiles, ellos peleaban e incluso en ocasiones alguno había terminado durmiendo en el diminuto sofá del departamento o por lo menos Derek lo hacía, porque Stiles miraba a Jackson con ese puchero poco tierno y Jackson, como buen amigo, lo dejaba dormir a su lado, con una manta diferente. Claro que los baches no podían ser de un año de duración, pero estaba seguro de que aún podía salvar su pequeña relación hasta que simplemente se dio cuenta que ya no podía.

-Lo siento –La voz de Hazie al otro lado del teléfono se escuchaba más plana de lo normal –Es completamente mi culpa sino te hubiera dicho que...

-Tenías cinco, Haz –Le cortó Jackson –Y está bien, no es como si hubiera pensado que un día nos íbamos a casar y esas mierdas.

-Aún tengo doce, no puedes maldecir en presencia –El pre-adolescente sonó bastante seguro.

-Técnicamente no estás presente –Hazael se rio en su oído. Su risa seguía sonando igual que siempre, alegre, brillante, como si fuera la primavera viviendo en una estrella.

-Tengo que colgar –Jackson se mordió el labio inferior –Te quiero mucho, Jackson.

-Y yo a ti, Hazie –Aunque no tenía ganas Jackson sonrió porque a Hazie sí que lo quería, mucho más que a nadie en el mundo. Mucho más de lo que pudo llegar a querer a Isaac.

Isaac. Isaac Lahey. El chico que lo dejaba sentarse en su regazo y sacarle la lengua cuando tenía 17, el que se gastó el dinero de una semana de paga para llevarlo al restaurante más caro de Beacon Hills, el que le compró rosas en su graduación, el que le abrazaba por la espalda. El mismo al que Jackson tuvo que ver besando a Cora Hale para darse cuenta que su relación estaba realmente terminada y nadie le avisó.

¿Quieres ser mi novio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora