Entre dos mundos

I

-No puedes dejarme -le grité, la lluvia estaba helada y a pesar de eso ambos seguiamos abrazados bajo ella.

-Jul te amo pero tengo que irme, es parte de mi contrato, juro que regresare por ti –besó mi coronilla cientos de veces a modo de disculpa, pero sabía que no regresaría.

-No lo harás Zayn, seras famoso y encontraras a alguien mas bonita que yo -levantó mi barbilla haciendo que lo mirara a los ojos.

-¡Hey, hey! nadie es mas bonita que mi chica -nos besamos de una forma muy apasionada, a pesar del frio que sentíamos, duramos así hasta que nuestros pulmones exigieron aire y nuestros labios ya no pudieron mas.

-Te amo Jul y espero que eso siempre lo recuerdes -lo bueno de esa lluvia era que escondia mis lagrimas que no dejaban de brotar de mis ojos, tomó mi mano con dulzura y me hizo una señal de que era hora de irnos.

-Zayn, recuerda que te amo -besé su mejilla con dulzura, quería cerrar la puerta y echarme a llorar como una loca pero contuve mis ganas de hacerlo.

-Tengo que irme -se giró pero lo tomé del brazo y lo jalé hacia mi nuevamente.

-Quédate conmigo, por favor -dudó por unos instantes sin soltarme pero luego me respondió:

-Solo por que te amo -cerré la puerta aliviada y respiré hondo, al menos tendría de su compañia esta noche.

-Tengo ropa y toallas arriba para que te seques a menos que quieras ducharte primero -soné mi nariz con un pañuelo y comencé a encender varias luces.

-Si es contigo si -aplicó ese tono de voz seductor con el cual todas las chicas caian a sus pies, puse los ojos en blanco y besé su mejilla.

-Eres un tontito -rodeó mi cintura y me aferró hacia su cuerpo, era prácticamente nuestra ultima noche juntos y ambos sabíamos que después, todo sería diferente, el lo sería, mi vida lo sería, nuestra relación de un año lo sería...

Siempre era una necesidad besarnos, porque sus besos eran la medicina que calmaba mis ansias; y pensar que el me había encontrado sentada llorando afuera de un bar con un nivel de alcohol en la sangre lo bastante alto como para que no me pudiera poner de pie, la policía estaba a dos cuadras y Zayn salió del bar en el momento justo para decir que era mi hermano, que el se encargaba de mi, desde entonces, el se encargó de cuidar de mi.

-Te amo Zayn-susurré sobre nuestro besó haciendo que sonriera.

-Yo mas July...

Me hubiera gustado que la noche jamas se hubiese terminado, pero después de haber hecho hasta lo imposible por dormir, la luz del día iluminó mi habitación haciendo que mi novio abriera los ojos lentamente.

-Buenos días amor –me susurró al oído, sonreí recargando mi cabeza sobre su pecho desnudo.

-Buenos días Zayn –no quería moverme, me sentía tan cómodamente así que estuve a punto de por fin caer en un profundo sueño, pero en vez de eso, Zayn se incorporó sobre sus hombros haciendo que me despertara nuevamente.

–Te invito a desayunar –hice un puchero que lo hizo reír a carcajadas.

-¿No podemos pedir comida? –el negó con la cabeza y se puso de pie de un salto.

-Vamos, sera divertido flojonaza –me extendió sus manos para que me pusiera de pie junto con el.

–¡No! –me quejé haciendo que el se riera mas de mis actitudes y se lanzó a la cama para besarme con ternura.

-¿Que planeas hacer entonces? ¿quedarnos todo el día en la cama?

–No estaría mal –susurré atrayéndolo hacia mi una vez mas...