Capítulo I La feliz llegada

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Un grupo de amigos universitarios alquilaron una cabaña en la playa de San Francisco para sus vacaciones después del tercer semestre de ingeniería. Ellos durarían 1 mes en esa cabaña. Eran 4 jóvenes: Philip, el nerd, Stacy, la amiga de todos , Brad, el extrovertido y Susan, la racista.

El sábado 4 de febrero partieron rumbo al aeropuerto para un vuelo de escala de 40 minutos de duración hacia Los Ángeles y luego ahí otros 40 minutos hacia San Francisco. Llegaron hacia las 4 de la tarde, entraron al supermercado a comprar víveres para una semana y luego fueron hacia la cabaña. El dueño del lugar les dio indicaciones y las llaves. Ese mismo día hicieron una fiesta y se la pasaron de lo mejor divirtiéndose, pero ellos no sabían un pequeño detalle, al ver el anuncio de la cabaña en el periódico, comparado con otros lugares, observaron que era el más barato, la razón la descubrirían muy pronto.

Hace años un grupo de jóvenes similar estuvieron ahí, pero murieron, uno a uno, la causa fue que un joven dentro del grupo viajó con sus dos hermanos, el resto del grupo planearon hacer una broma a los dos hermanos, pero resultó fatal ya que la idea era disfrazarse de un payaso macabro con cuchillo y que entrara a la habitación y los asustara pero no contaban que el joven disfrazado tropezó y cayó encima de los dos hermanos y los mató con el cuchillo accidentalmente, el tercer hermano entró en depresión, salió con los cadáveres de sus hermanos al jardín, los enterró pero decidió vengarse disfrazándose de un muñeco macabro con una moto sierra y matar a todo el grupo de amigos encargados de hacer la supuesta "broma" que terminó en accidente. Todos los amigos del grupo preocupados por el hermano que quedaba, lo empezaron a buscar y no lo encontraron en ninguna parte. Pegaron carteles alrededor de la playa, pero nadie les daba información. Una semana antes de devolverse el hermano atacó poniendo cosas macabras por toda la casa. Todos se asustaron y se reunieron en la sala pero detrás salió el hermano, les cortó la cabeza y con unos hechizos que aprendió ,los cuerpos los convirtió en sus súbditos pero no sin antes suicidarse. Las almas atormentadas nunca pudieron salir de la casa así que en su desespero se escondieron en un armario en donde se guardaban herramientas y otras cosas bajo llave ya que no eran de uso frecuente

El dueño cuando fue a recibir la casa no los vio y creyó que se fueron sin pagar, pero no, cuando en la sala vio rastros de sangre se asustó y pensó que habían muerto, pero los confusos rastros de sangre no permitían ver hacia donde iban los cuerpos, así que el dueño llamó un servicio de limpieza y un brujo para sacar las almas, pero eso no funciono.

El misterio de la cabañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora