-¡Espera!
No me hizo caso, así que vuelvo a probar suerte:
-¡Hey, chica! ¡Espera! ¡Para!
Y se para. Y me paro. Lentamente gira su cabeza, y con una cara extremadamente sorprendida, me mira, y sin decir nada, sé que me preguntaba si me refería a ella.
-Sí, tú.
-Hola, perdón-Arrastra un poco la sílaba "ho", en señal de duda.
-¿Perdón?
-Sí... Bueno, no te lo agradecí como debía, pero no pensé que me seguirías por ello...
Y ahora es cuando caigo, ¿¡Qué acabo de hacer!?, no soy ni medio normal, ahora, ¿¡Qué le digo!?, soy idiota.
-¿T-tienes algo qué hacer?
-¿...no?
-Se que puede parecer muy estúpido, ¡y lo es! Pero, ¿quieres venir a tomar algo?
Me mira, dudando. Le sonrío.
-Me llamo Danny.
-Yo, bueno, soy Thais.
-Nunca lo había oído, es muy bonito.
-Gracias, y creo que...
-Espera, no hace falta que te disculpes, es normal que no quieras quedar con un desconocido, supongo...
-Si no me hubieras interrumpido, hubieras oído un "creo que sí que puedo ir a tomar algo".
-¿En serio?.
-Sí, ¿por qué no?, es decir, un día es un día, ¡hagamos locuras!.
Prometo que en este momento estoy saltando interiormente, quiero bailar, cantar y gritar y... De todo, pero ella está delante, no puedo parecer aún más raro.
-Bueno... Pues vamos.
Me doy cuenta de que tiene un bolso colgado, y tienen las manos ocupadas por muletas, así que el instinto de cuidarla vuelve.
-Permiteme llevar tu bolso, por favor.
-No hace falta, puedo sola.
-En serio, te vas a hacer daño en la espalda por el peso.
-Oye, que haya quedado contigo no significa que te conozca, ¡tal vez eres un ladrón!-Me mira con una cara asustada y me pone nervioso, ¿en serio cree que soy un ladrón?, pero en seguida empieza a reírse-Tenías que haber visto tu cara-Y se sigue riendo.
-Increíble, me la has colado, la verdad-Y me empiezo a reír yo también, qué genial.
Al poco tiempo llegamos al bar, nos sentamos en una mesa en la terraza, en la cual en el centro había una maceta con unas flores, me quedo extasiado mientras las miro, y por dentro me hinunda una sensación un poco triste, hasta que oigo su voz.
-¿Danny?, ¿Estás bien?
-Sí...-Suspiro-Es solo que, ¿nunca has pensado en lo agobiante que tiene que ser vivir en una casa con cuatro paredes y siete personas más?
-Supongo que sí, sí que sería agobiante pero, ¿por qué lo dices?
-Me gusta mucho la naturaleza-le sonrío-Pero no me gusta que ésta sufra, y mira estas flores, siempre que las veo pienso eso, "una casa de cuatro paredes".
-Nunca me lo había planteado.
-No te preocupes, eso solo se lo plantea la gente rara, como yo-suelto una mirada de superioridad.
-Eso es porque aún no me conoces-ambos reímos.
Pedimos un té de frutas, y empezamos a charlar sobre nosotros. He descubierto muchas cosas de ella en hora y media, como que tiene 18 años y acaba bachiller en breve, vive sola (aunque no sé los motivos), no tiene hermanos, me contó cómo se lesionó, increíble, y hubo un momento en el cual se colocó el pelo detrás de la oreja y vi que tenía las orejas un poco afiladas, nada fuera de lo normal, pero me recordó a casa, a las personas elfos. Me encanta esta chica.
-Bueno, cuentame tú algo.
-Como ya sabes, soy Danny, Danny Skyes, tengo 17 años, primero de bachiller, vivo solo y solía tener una hermana...-bajo la mirada, pero en seguida la subo-y hoy había cogido el autobús para ir a clases de pintura, pero nunca llegué a mi destino-sonrío, ella también.
-¿Por qué me paraste? ¿Sueles hacer esto todos los días?
-Sí, la verdad es que sí, me subo todos los días al bus con una carpeta gigante para ver a qué preciosa chica puedo intentar ligarme, y en serio, la carpeta ayuda mucho.
-¡Psicópata!
-Me lo merezco.
Y nos reímos. Nos reímos mucho. Tanto que ya era de noche, y yo tenía que volver a mi casa, a veinte minutos de allí.
-Ha sido agradable estar contigo Danny.
-Pienso lo mismo. Tal vez deberíamos volver a vernos...
-Yo también lo creo.
-¿En serio? Pensé que me ibas a echar a patadas por pesado o algo así.-se ríe.
-Si no fueras mono si que te hubiera echado por pesado-me mira con superioridad, y luego nos reímos-toma mi número-saca un papel del bolso y lo anota-espero saber de tí pronto.
Y con las mismas, se fue, y yo juro que casi no me muevo del sitio. Dijo que soy mono, supongo que sería de broma o algo, pero lo dijo. Me salgo de mi ser. Cojo el autobús y vuelvo a casa. Ya estando en cama, le mando un mensaje a Thais y le digo "Gracias, no te lo dije como debía".

ESTÁS LEYENDO
Skyes
FantasyQuieras o no, supongo que a todos nos llega la hora de enamorarnos, y digo supongo porque estoy seguro de que habrá mucha gente que haya cumplido su cometido de no hacerlo, y aunque por mucha rabia que me de admitirlo, yo no estoy entre ellos. Nunca...