BRUCE
Entramos en su casa, hacía frío y me froté las manos para entrar en calor, esa casa no era para nada de mi estilo, colores rositas en las estanterias y cuadros de gente alegre inundaban las paredes
- cuanta alegria en la casa de pin y pon- le dije para picarla, soltó un suspiro y de seguido impactó su puño suabemente contra mi brazo, no había queja , por lo menos no tenia una vecina loca. Empecé a investigar en busca de la cocina, realmente no tenía idea de cocinar pero de alguna manera tenia que arreglar las cosas, para una vecina que tengo, tubo razón en lo que dijo el otro día, pero, realmente para que valen las tías si no es para follar? La miré de reojo, no estaba bien, estaba pálida y enferma, en parte es culpa mía por dejarla ir con la tormenta que había fuera, pero me daba igual, era su problema no el mio, tiene unas ojeras increíbles aunque lleve 8 kilos de maquillaje, se coloca el pelo detras de la oreja y se va a su habitación. Encuentro la cocina y abro las despensas en busca de un exprimidor electrico, pero me encuentro uno manual, lo saco haciendo que una taza marrón caiga al suelo, y se rompe en trocitos, rapidamente guardo el exprimidor de mierda y me coloco apoyado en la encimera , mientras disimulo que no eh visto nada, la oigo correr hacia la cocina. Aparece en la puerta con una bata malva muy ridícula y un moño mal hecho, aguanto la risa
- que has hecho ya?!!- dijo arrodillandose junto a la taza, no aguanto más y me rio, eleva su mirada de mala ostia y dice
-de que se supone que te ries
- que pintas son esas? - digo intentando parar de reir
- ya sabia yo que esto no era un buen plan- me sigo riendo cada vez mas , se acerca y me hecha de la cocina y cuando estoy apunto de salir a pie de la cocina me agarra de la camiseta
- espera espera espera, no te vas a ir, lo vas a recoger- y al escuchar que lo voy a recoger estallo otra vez a reir
- dejate de reir y recoge, no soy yo la que ha tirado la taza
- no pienso recoger- le dije fijandome en su cara, estaba guapa enfadada
- pues no te queda otra
- bueno, pero tienes que sacarte esa bata si no quieres que llore de la risa- soltó un suspiro y se la sacó lentamente dejandola en la puerta, llevaba una camiseta apretada de tirantes negra que hizo que mi vista se fuero hacia sus tetas, y los mismo vaqueros que llevaba cuando entró, me agache y empecé a recoger los trozos de aquella taza, estaba apollada en la puerta mirandome como si fuera superior y tras cinco minutos recogiendo los pedazitos de la taza me levante.
-Me duele la cabeza, me duele todo- dijo mientras se dirijía al sofa, se acurrucó en una esquina y se cubrió con una manta, dejó caer la cabeza hacia atrás y ahora si que me estaba empezando a dar pena, me sente a su lado y me miró con cara de mala ostia, ignorando aquella mirada asesina cogí cuidadosamente la manda y la empecé a cubrí mejor
- lo siento- dije por lo bajo esperando que no me oyese , pero para mi desgracia si que lo hizo, me miro con una mirada vacia y yo no se descifrar la mirada de las tías. Hizo el amago de levantarse, pero la frene
- no me jodas con lo que me costo amantarte vas y te levantas- dije alzando la voz
-jajaja- se rió por lo suave -me da usted permiso para ir a por un ibuprofeno mi señor
- no, voy yo y eso de mi señor suena muy pero que muy bien
- pues no te vayas acostumbrando- dijo riendose
- bueno bueno eso ya lo veremos- dije poniendole una mano en la pierna- pero de todos voy yo a por la pastilla
- si, para que tires todo, mejor voy yo- dijo haciendo otra vez el amago de levantarse, la cojí de los brazos y la empujé suavemente contra el sillón
- ibuprofeno decias no?- le dije con la cara muy pegada a la suya. Me levanté y me dirijí a la cocina, empecé a revolver todo buscando una puta pastilla, intentando no tirar maz tazas, despúes de unos diez minutos buscando la escuche gritar
- no está en la cocina , está en mi habitación
que puta es pense y una sonrisa salió de mi cara, fuí a la habitación y de alguna forma me tenía que vengar, hice el ruido como si se calleran todas las estanterias
- no me jodas tio!!- grito desde el salón, oía como venía hacia su cuarto lentamente

ESTÁS LEYENDO
mi kick boxing
JugendliteraturAbie es transladada a una nueva ciudad y a un internado, no soportaba vivir con sus tíos y deja a sus amigos, no conoce ni la ciudad ni a nadie,poco a poco va haciendo amigos, y conociendo a gente, que marcará su vida, para siempre.