Jean

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-Jean ¿a dónde vamos?

-Es una sorpresa.

-¡Vamos Jean! Déjate de tonterías.

-Sólo cállate Caleb, cuando lleguemos lo descubrirás. Perderás pronto el placer de ser un hombre soltero. Aprovechemos que aún Kalizia no te amarra - le dice Jencarlos a mi lado.

-Esta será una especie de despedida de soltero que jamás olvidarás... - le anunció reticente. - Pero no le dirás nada a mi hermana de que yo fui el responsable.

Kalizia me mataría si supiese lo que tengo planeado para su novio.

-Tú hermana no me controla, idiota.

Rio, es gracioso ver que la gatita de mi hermana ya comienza a hostigarlo. Aparco frente al SS, el mejor club de strippers y señoritas particulares de la cuidad según lo que he averiguado.

-Bien, bajémonos.

En el bar del Diamond's ya nos hemos divertido lo suficiente, sin embargo aquí hemos venido a completar la diversión.

Rommel aparca detrás de mí, y se bajan Leandro y Gabriel. Todos sabemos que vinimos a hacer aquí excepto el buen niño de Caleb. Entramos y dos mujeres en vestidos de seda y chiffon nos reciben, el ambiente es movido, seductor y lujurioso. Me acerco junto con Caleb al bar y pedimos unas cervezas, en este lugar podemos ser como somos, sin someternos a bebidas refinadas como en el Diamond's.

-¿Qué crees que diría tu hermana si supiese que me trajiste aquí? - dice en voz alta para que le escuche.

-Pues me mataría - respondo, ríe y brindo con él.

Gabriel y los demás se han dispersados, ocupándose en las mujeres que los rodean.

-¿Puedo ayudarte en algo mi amor? - me susurra una joven guapa, con curvas enloquecedoras.

-Ya lo creo, nena - miro a Caleb de reojo. Ella lo observa y se ruboriza.

-Hola, lindo. ¿Quieres divertirte conmigo? - le propone besándolo.

-Eres muy bonita, pero sólo estoy pasando el rato - la despacha con su patética excusa de siempre.

Pongo los ojos en blanco. ¡Dios! Deja de comportarte como un niño bonito Caleb.

-¿Esta era la sorpresa Jean? - me pregunta cuando la barbie griega se va.

Se termina la cerveza y pide otra.

Sonrío. Todavía no ha llegado la sorpresa. Miro en una dirección cualquiera cuando tropiezo mis ojos con los de una niña, sí, una niña. Es bonita, mucho más que bonita. Está en la recepción y... ¿qué hará aquí? Parece estar muy nerviosa, temerosa. Se frota un brazo y mira constantemente al suelo mientras habla con Héctor.

-Jean, ¡ya es momento de darle el regalo a Caleb! - dice Leandro.

-Sólo aguardemos unos minutos.

Vuelvo la mirada al lugar donde yacía esa hermosa niñita; no está. Dejo de beber. Empiezo a imaginar cosas que no son, mejor dicho personas.

-¿Otra copa amigo? - me pregunta Rommel bastante achispado.

Estoy distraído, nunca antes había visto una mujer más hermosa que esa niña, ni siquiera mi hermana o Arena por muy bellas que sean podrían compararse con esa niña.

-¿Copa? - inquirió con intención de corregirlo.

-Todos están demasiado borrachos para articular bien una oración - dice Caleb.

-Lo dice el niño que apenas puede mantenerse en pie desde el Bar del hotel - se burla Rommel.

-¿Quieres que llamemos a tu noviecita?

ERDC...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora