How Soft Are Your Lips? (KaiSoo)]

I (1/2)

-Do Kyung Soo, detención. Ahora. -La voz eminente de la profesora hace que su cabeza se mueva hacia atrás y la agite frenéticamente, parándose en un segundo torpemente.

-Profesora si me permite, el no hizo nada. Simplemente le lancé un papel a el nada más, el quiso devolverlo pero para eso usted, ya había girado. Así que al que tiene que castigar es a mí. -Un joven de piel ligeramente mas bronceada que el otro muchacho se había levantado y miraba desinteresado a la profesora mientras explicaba.

-Así que joven Kim, admite que usted estuvo jugando con el joven Do. -Volvió hablar la profesora caminando hacia el alumno.

KyungSoo se mordió la uña del meñique con nervios, su piel estaba más clara que nunca y sabia que si seguía escuchando la narración de lo que había sucedido anteriormente se iba a desmayar. No era verdad que éste estuviera jugando con el otro, mandándose mensajes, al contrario éste quería devolvérselo porque Kim JongIn, le estaba molestando desde hace más de una hora. Cada vez sentía que era víctima de bullying por aquel compañero y no quería creer que de verdad a él le estuviera sucediendo eso, pero vamos, él es el típico joven con peinado correcto, uniforme arregladisimo y lentes de pasta negra. Haciendo un pequeño bufido se resignó aceptando que era un bulleado, al menos era lo que sentía cuando aquel chico de piel bronceada -sólo el- le molestaba. Bueno lo estaba aceptando cuando escucha un golpe en su pupitre y éste levanta la mirada asustada aun con el dedo-Uña- entre sus dientes.

-Joven Do, escuchó o le vuelvo a repetir. ¡A detención ahora! -El chico de ojos grande asintió de una manera rápida y salió con pasos tontos. Al estar afuera se dirigió hacia el pasadizo el cual, al fondo, se encontraba el salón de detención. Lo bueno -O quizás malo- era que estaban en la última hora y sus padres llegaban tarde, milagro maravilloso.

Al estar caminando sintió a alguien detrás de él pero cómo el era muy nervioso no quiso darse la vuelta a encarar a aquella presencia y siguió caminando pero acelerando sus pasos. Sin embargo esos pasos estaban detrás de él y ya no pudo ocultar su miedo y corrió. Lo peor fue que aquella negra presencia (Ok. El pensaba que era negra por que daba miedo) comenzó a correr detrás de el, así que ya estando cerca a la puerta tomó la manija con sus dedos resbalosos, jalando mientras su alma casi volvía a su cuerpo. Pero lo peor fue que aquello lo tocó, tocó su espalda haciendo soltar un chillido para nada masculino.
Girando por fin para ver aquella cosa, pero en cambio vio un rostro casi preocupado.

-Oye, ¿Estás bien? -Preguntó la mala imitación de un fantasma. Y botando una gran cantidad de oxígeno, puso su mano en su pecho tratando de que el músculo latiente no quiera salirse de su lugar.

-S-si, estoy bien. Espera ¿Que haces acá? -KyungSoo preguntó aun enfrente del otro muchacho, éste sólo alzo sus hombros, no dándole importancia de lo que iba a decir.

-También me castigaron niño bonito. -Caminó ignorando que el otro estuviera enfrente de él como una manzana roja.
Alzó su mano hacia el puente de sus lente, acomodándolo. Se puso derecho, sacando trasero y camino más rápido que el otro, pasando por su lado y chocando ligeramente su hombro. El otro iba a hablar pero viendo que su compañero se adelantó y caminaba moviendo sus caderas, se detuvo, poniendo sus manos en sus bolsillo se encandiló con la perfección de movimientos.

KyungSoo se sentó, acomodando su mochila en el respaldo de la silla, aun algo nervioso por lo anterior y no tuvo mas que levantar su mano, poniendo su meñique entre sus dientes, para si morder la uña libremente.

-¿Porqué siempre paras mordiéndote la uña? -Cuestionó JongIn, quien mágicamente estaba a su lado, habiendo bastantes carpetas vacías.

-N-no es de tu incumbencia, ad-de más ¿Porqué estás sentando aquí? Habiendo varios sitios disponibles... -Un breve respiro se dio cuando había terminado de hablar el más pequeño, sintiendo sus mejillas arder por tan sólo tener al chico fastidioso a su lado.